Cuando la poesia moderna busca los sitios

Mi amor se diluye entre barriles de inconstancia,
mientras te cuestionas por un tubo
si alguien es capaz de echarte una caña.

Si entristeces
hasta limites insospechados;
será una cebada.

Y si piensas en poner orden,
es que ni los de Malta.

Que caballeros eran,
y vaya cruz.

Porque asi nacieron los tercios.
Y tambien las cruzadas.

Tercios de quintos;
valga la redundancia.

Temple cristiano
en la abundancia.

Bares que quitan presiones,
y sirva la incongruencia
cuando te pones
por excelencia
borracho a borbotones,
pensando siempre en ella,
que ni los borbones,
pues antes ya José Botella,
bebió de napoleones.