Christiania. Un mundo aparte.

En la nueva y flamante sección "Otras gentes, otros lugares":
Christiania.
Que dicho así, pudiera sonar a declaración antagonista contra algún tema de los Mago de Oz (recuerden el tema Satania). De hecho, incluso existe un grupo español de los 90 que comparte el nombre y por la misma circunstancia que aborda este post; Christiania, llamada de esta forma en honor a Cristian IV, un rey danés del siglo XVI que goza de gran reconocimiento en su país.
Imaginen un lugar poblado por irreductibles hippies que resiste todavía y siempre al Gobierno de su nación. Eso, es Christiania.

Su historia comienza en 1.970, cuando unos individuos ocupan un terreno militar de Copenhague que Dinamarca tenía abandonado, el pretexto; un lugar donde poder jugar sus hijos.
Más tarde, con motivo de una exposición que fue bautizada como "Dar y recibir", y que reunió a diversos artistas que mostraron su arte y hippies que se recrearon con él bajo la influencia de diversas sustancias psicotrópicas, acudió mucha gente y la convocatoria resultó ser un éxito. Uno de los temas que allí se trataron fue qué hacer con el espacio abandonado que por aquel entonces se antojaba tan tentador, lo que generó un debate con gran calado social. Aquello se convirtió en una reivindicación masiva que pregonaba un estilo de vida alternativo, que consistía en la vida comunal y la libertad.
La policía trató de desalojar la zona, pero no pudieron. Ya no se trataba de personas unidas por una misma causa, ahora eran toda una población.
El problema terminó llegando al Parlamento y bajo la premisa de "experimento social", el gobierno cedió ante la presión ciudadana -alguna fuente cita que más del 70% de la población danesa está en contra de la expropiación, circunstancia que baraja el gobierno conservador actual-, y a condición de pagar la luz y el agua se les permitió seguir adelante.
Tras distintos avatares y la amenaza de cierre a lo largo de todos estos años, Christiania sobrevive como un barrio parcialmente autogobernado y sitio pintoresco como pocos. Ya no por sus espacios de expresión artística, sino por las propias normas que allí tienen establecidas:
- Prohibido el uso de automóviles. Sus habitantes tienen bicicletas como único vehículo.
- Prohibido llevar armas, y también venderlas.
- Permitidas las drogas blandas; hachís y marihuana principalmente.
Según algunas fuentes, y a excepción del cobro de la electricidad y el agua, hay quienes citan que su población está exenta de pagar impuestos y que no existe la propiedad privada. Un punto que yo no me atrevo a asegurar, al menos si atendemos a los diversos bares y locales por los que se supone recibe rentas el gobierno danés. Así como que no tengo nada claro que uno se instale allí como okupa y que no deba preocuparse por nada más; digo yo que habrá una especie de legislación o apaño administrativo que controle todo el asunto...
Tampoco puede concretarse el número de habitantes, con cifras en Internet que oscilan entre 800 individuos hasta otras que superan bien el millar.
Si parece verídica la cita de Wikipedia:
Al salir por la entrada principal de la ciudad de Christiania se puede leer «You're now entering the EU» ("Está usted entrando en la Unión Europea"), ya que los habitantes de Christiania no se consideran pertenecientes a la UE.

Una utopía de cemento rápido, pero también de carne y hueso.
Un artículo interesante donde se refleja la historia paso a paso de Chistiania:
http://lahaine.org/internacional/barrio_copenhague.htm
Y su página web, que tratando de usar la opción que dispone para traducirla al inglés me da errores, y si la traduzco directamente con Google del danés al castellano, lo que obtengo es un berenjenal con afirmaciones extrañas, que no me permite formarme una idea nítida de como funciona en ese barrio el tema de los impuestos:
http://www.christiania.org/
En su apartado Mitos y Realidades me dice así:
No, no pagamos alquiler porque no alquilar las casas, tenemos un acuerdo sobre el derecho a usar, ¿por qué se le llama utilizar la renta sobre "Christianite semita".
Alquiler uso consta de los siguientes ingredientes:
los Christiania-que es capaz - a pagar 1.400 coronas danesas por mes en alquiler por el uso de la bolsa común, es decir a las operaciones generales de Christiania (aquellos que no pueden haber reducido la renta que se paga por el Fondo Común).
Además, tenemos que pagar por la electricidad, agua, calor, etc
Por último, muchos de Christiania prestado de los bancos para financiar la renovación de sus casas a pesar de que no son sus dueños.
La cuota mensual es para muchas personas de 500 - 1000 DKK
Además de todo esto puede ser el ahorro público y privado, tan diferentes, por ejemplo. Los costes de calefacción en Christiania es bastante alto, ya que no están conectados a los servicios públicos que, por lo que la mayoría se calienta, por ejemplo.

Restaurante Caramus.

Jornada gastronómica Buitaka de Junio, del día 5 del año de Gracia de Nuestro Señor Mañitú en la I Era Merkeliana y del periodo del Gran Hacedor Mariano Manostijeras, supremo santísimo de los recortes impopulares. ¿Paciencia, ficción? No desesperen; la crisis también hizo acto de presencia por este blog, privando a Jinete de toda actitud creativa. Poco más y casi un mes entero sin aportar por aquí nada. Poco, más, casi, entero, nada- reunidos en una misma frase. Parezco un político de nuestro tiempo explicando un tema importante, para acabar diciendo un absolutamente nada. Nada es una palabra terrible si cuando la escuchamos no nos encontramos nosotros a remojo. Así que bañamos al contenido...Vayamos:

Restaurante Caramus, en Espoz y Mina número 9. Buscando imágenes por la Red he podido constatar que existe gran diferencia entre cenar en la planta de arriba o la de abajo. Nos perdimos la contemplación de esos hermosos arcos medievales, que imagino se hayaban bajo nuestros pies el martes pasado. Una pena.

Otro punto que llamaba mi atención -y no era el de los arcos, ya que estos no son ni de medio punto (yo apuntaría que más bien son de estilo gótico tardío o renacentista)- era el nombre del garito: me sonaba a la canción de Queen, Bohemian Rhapsody. Caramus, Caramus, will you do the Fandango. Galileoooooo... Hoy por fin sé que el tema menciona "Scaramouche", una novela famosa ambientada en la Francia del Siglo XVIII, en tiempos también del personaje que da nombre a la calle, Espoz y Mina. Con que imagino que la relación no es producto de la casualidad, ¿te das Queen?

Idioteces aparte, que es todo lo que he dejado ahí arriba, pasemos a describir el menú.

Pedímos cuatro platos para compartir :

 

Migas aragonesas. En su elemental forma, sin trozos de patata ni uvas, que a mí no me gustan así. Chorizo, panceta, longaniza, huevo...las migas perfectas. Aún se les podía haber ido algo la mano con los ingredientes que acompañaban al pan, pero estaban bien.

Espárragos trigueros con foie. Supongo que saben del mismo modo en todos los sitios.

Huevos revueltos con jamón. Correctos, pero como sucede con las migas, siempre le podríamos echar más condimentos...

Ensalada. No la probé ni sé que tal estaba.

Una imagen para el bodegón, que siempre queda elegante.






Mi segundo plato, carrillera. Muy buena su elaboración; bien de ajetes, perejil y patatas. Y sorprendente su contenido al volcar la tartera de barro sobre plato convencional; una ración para no quedarse con hambre.
Si todavía hay aceptación de blog entre los camaradas Buitakos, que describan qué tomaron como segundo plato porque yo no lo recuerdo.
De postre triunfó un pastel -o tarta- de queso que, como guinda final, resultó un alimento sólido en demasía...
Nos bebímos una botella de tinto Marqués de Cáceres 2007 con los entrantes, otra de Protos "roble" 2010 más adelante y el capricho de Jinete; tres copas de tinto Legítimo, el vino más barato que tenían en el restaurante y que se supone te servían con el menú. Aquello había que probarlo, algo muy normal y legítimo. Aún era más normal que Legítimo, aunque le pongan ese nombre a la marca.
Total de menú + cafés:
102 €uros la cena de cuatro mardanos.
Un precio y un lugar muy recomendable.
Cualquier día vuelvo aunque sólo sea para ver los arcos de abajo, no sea que no existan en realidad e Internet me haya jugado una mala pasada.
Dejo a continuación las valoraciones de Brazos en Alto como buena añadidura para cerrar el post:
Yo pedí solomillo de ternera con foie, pero sin foie. Les dije que me trajesen otra cosa a cambio... ¡del foie! Yo no sé qué entendieron, pero me trajeron solomillos DE CERDO al roquefort. Di que tenían tan buena pinta, y para no ser tildado de rarito, me callé y di buena cuenta de ellos. Eso sí, los cobraron como de cerdo, así que debió ser una confusión sin más.
Acertamos con los vinos (bueno, Jinete ya sabemos que tiene caprichos raros), hubo buen ambiente, planificación de vacaciones, pacharanes (con gominola) en la terraza, cerveceo posterior, camino de vuelta con tertulia sobre los celtíberos y un hostión morrocotudo al comerme un banco de hormigón en la ribera del Ebro que no vi hasta que estampé mi cuerpo entero contra él. Soy una moradura con brazos... en alto.
Resumen: Topo demostró que se puede cenar bien por poca pasta, sin picar en ofertas trampa y sin pedir lo más caro de la carta de postre.