Parece no pegar mucho el retrato de la imagen de arriba con las letras que lo acompañan.
Pero eso es muy relativo.
El primer sepulcro que tuvo Don Pelayo, antes de que trasladasen sus restos a Covadonga, fué en la iglesia de Santa Eulalia de Abamia, en el concejo de Cangas de Onís.
Hará cosa de un año que terminaron su restauración.
Restauración, según diccionario : Conjunto de procesos dedicados a la preservación de los bienes culturales para el futuro, devolviendo la eficencia y originalidad a un producto de la actividad humana o natural.
Si los encargados de conservar el patrimonio se centran tan sólo en el primer punto, los resultados tienden a ser como las fotografías que cierran estas líneas.
Porque si se trata de "preservar", bien pudiéramos cualquier dia arrojar toneladas de hormigón sobre el Valle de los Reyes, para que descansaran sus tumbas de otras amenazas que les deparara el paso del tiempo.
O vestir al ejército de guerreros de terracota con ropajes de neopreno que facilitaran más su conservación.
Claro que, como la definición antes citada indica en uno de sus puntos, bien aparente se muestra el apartado de "originalidad" en la iglesia que nos ocupa.
Hay quien ya ha bautizado éste innovador concepto del arte como el "nuevo románico amarillo asturiano".
Algunos expertos indican que es muy probable que en su época tuviera un color similar.
Pero como comentan en éste interesante enlace , donde amplian la noticia, multitud de monumentos de la antigüedad no tenían el aspecto que tienen ahora.
Pero no nos gustaría en absoluto que los restablecieran en la actualidad tal y como fueron concebidos.
Porque «La mayor gloria de un edificio no está en sus piedras... Su gloria reside en su edad»
Y semejante estucado... ¿ Estarán esperando a una cuadrilla de raperos que realicen las últimas pinceladas con graffitis ?
Ver para creer, el antes y el después :
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