sábado, 18 de abril de 2009

El día en que sentí cierto respeto por Sofía Mazagatos

Si es que suena raro de cojones:
Ayer salí de juerga, para variar, e intentando llegar a casa pronto porque tenía una cita, al día siguiente, que escapaba a mi más ocurrente comprensión.
Quedé a las 11 de la mañana del sábado para hacer de modelo...
Para quien se resigna a interpretar su cara y su físico como castigo de Dios, o suerte satánica, no deja de ser toda una novedad.
El artífice del incompresivo evento era el Richal de Capazo.
Más aún a tener en cuenta. Un tío heavytrón cómo él, que incluso tiene una saga de tebeos que se basan en su vida, obras y artes. Pués había contado conmigo para realizar una serie de fotografías que presentar cómo trabajo.
Concretamente publicitario, para una empresa de insonorizaciones.
Del estilo de apreciarse un peludo con una guitarra en imágenes y una especie de slogan debajo: "¿necesitas aislamiento acústico?"
Nunca había contemplado mi vida así; puro marketing.
Yo, que siempre he intentado rehuír del cliché de Heavy medular y metido ahora en semejantes chances...
Pués como supongo que tenía que prepararme para el papel, la noche del viernes fué un contínuo "jaja" y llegué a casa sobre las 9 y pico de la mañana.
Hora y media de sueño que sirvió más bien poco para la reflexión.
Recuerdo estar con el Richal la noche anterior y comentar "¿una guitarra morada? Pués si yo tengo toda una Washburn de punta de flecha y de camuflaje..."
Dicho y hecho.
Por supuesto que llegué tarde a la quedada. 11 y media serían.
La que se camufla a la espalda, y otra más de mis habituales resacas cargada en la cabeza.
En el bus debía tener todo el aspecto de alguien que fuera a ensayar. Pero con la vida real y sin necesidad de hacerlo con instrumentos...Hostias cómo sentía la cabeza...Si es que todo requiere su preparación.
Cuando quise darme cuenta, viajábamos cinco personas hacia Zuera en una especie de lata de sardinas con ruedas.
Allí iba a tener lugar la sesión fotográfica. Apropiado, porque cerquica queda la cárcel.
12 personas expectantes en un plató improvisado de garage. Y bien montado por cierto.
Una muchacha que, cómo viene siendo extraño, me conocía y yo no sé de qué, hacía de maquilladora y todo.
Quien se dispusiera a disimular mis ojeras esta mañana no sería una profesional; aquello tenía que ser trabajo de alguien que tuviera línea directa con Dios...
Y doy fé que lo hizo.
Jamás antes me habían maquillado. 10 ó 12 minutos en los que aguardaba a que terminara porque tenía toda la impresión de que me estaban convirtiendo en payaso.
Pero me miré en el espejo y no, todo lo contrario.
Acojonante, cara de sano y todo. Las ojeras se habían desvanecido hasta el extremo de verme los ojos incluso más pequeños. Totalmente cierto.
A esas alturas, en la casa del hermano del Richal, había un individuo rodeado de focos en el garage, vestido cual walquiria (tremendo....) recibiendo ráfagas fotográficas y dando la nota. Más concretamente el "do", que era su palabra-patata para posar en las fotos.
Que grande."Doooooo"... Daba miedo y todo. La peluca rubia con trenzas, la panza cervecera y ataviado de cueros cómo iba, hacían el resto.
Y el siguiente era yo.
En la puta vida había repetido tantas veces mi ya famoso grito de guerra.
Uaaaaaaaaaaaaah !!
Entre calor de focos, la chupa de flecos cómo atrezzo y mi resaca infernal en la más aparente de las interpretaciones.
Por algo titulaba el post cómo el día que sentí respeto por Sofía Mazagatos.
Joder, si es que hasta requiere dedicación lo de posar para que te hagan fotos.
Realmente te sientes idiota, nada natural.
Haces algo que te parece salir de dentro y no sirve; tienes que mantener la pose para una mejor toma siguiente.
No me jodas.
Recuerdo mi frase del momento, "Sé que no va a sonar en la foto, pero espera. Es que tengo desafinada la guitarra..."
Y con una púa de cartón.
La verdad es que me he echado unas cuantas risas.
Y luego viendo las fotos en el ordenador. Joder, lo que hace el maquillaje y una buena cámara. Si no me reconocía.
Aquello parecía el Glenn Tipton en algún directo...
Tengo ganas de ver los resultados finales.
Y después, lo mejor.
Comida de la hostia. Ternasco, morcilla, chorizo, longaniza...
Y vino para pasar la resaca que no pasaba de crianza del 2004.
El hermano del Richal -Elige botella,¿cuál?- Pués no entiendo de vinos, pero éste que también es del mismo año y tiene la etiqueta dorada, seguro que está de puta madre...
Y también doy fé.
Ahora despierto trás dos horas de siesta que añadir al acumulado de ayer y aunque cansado, me digo ¿duchica y un ratico por ahí u que?
Dicho y hecho también...

2 comentarios:

  1. Eh, ya mandarás alguna foto

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  2. Tengo ganas de verlas, la verdad. No tenían mala pinta en su previsualización (se dirá así?).

    Lo que en mi caso supongo que debe ser todo un logro.

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