viernes, 10 de abril de 2009

A mar

El dia nunca se muestra triste.
Pero hay veces que el viento besa la cara en forma de lluvia y otras en las que la lascivia de las madrugadas quiere llegar a un hondo penar...



Como existencia, la efímera cordura.

Quien ve sus labios pasar.

Sus nudos sin enlazar

y sin sentir atadura.


Y aún asi, sin avisar,

mil marinos en el mar,

tratarian de encontrar

el oleaje en su bravura.


Arena que sólo desperdicia el tiempo,

que no pasarás a su lado.

El querer de sotavento

de navegante frustrado.

Timonel a la deriva

y tantas veces cuestionado.

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