sábado, 4 de abril de 2009

Que al despertarte no estés de peor humor

Querido diario :
Todos tenemos esos dias en que caemos, en que a veces ni nos recogen, y que a duras penas , ó, porque nos da la gana, no deseamos tampoco que nos levanten.
Nada más cierto.
Feliz primavera... La encontrada entre tus sentidos.
Sin ir más lejos yo hoy pensaba llegar a casa, despedirme del blog para siempre, a modo de carta del sentenciado a muerte y decir:; "A Alguien puede importarle?"
Fijo que no.
A tenor de los últimos comentarios por aquí aportados. ...
Y con menos participación colectiva y sentida en éste mismo espacio que los chicos del maiz en una pronta reforma agraria y subvencionada por los padres...
Tan sólo me quedaría agradecer a los sponsores que pueblan esta página y que ya no saben cómo venderme.
Pues que les den por culo tambien, si ojalá existieran.
Mi llegada a casa hoy ha sido propia de los que florecen; como un capullo.
Sin saber bien porqué, medio amargado. Cuando más bien tendría que sentirme dichoso por varias cosas.
Aunque no merezcan mención aparte aquí.
He doblado la esquina del pasillo y a medida que entraba en mi cuarto oía murmullos en el patio.
O más que murmullos, barrritar.
Conversaciones de maruja desafinadas, inapropiadas supongo que a esas horas de la mañana.
Casi tanto como mi percepción de las cosas.
Mi mente corrupta y frágil mientras jugueteaba con un viejo anillo que alguien me regaló en su dia y que yo he decidido deshacerme de pronto.
Al mismo tiempo, la ventana abierta que daba al patio. Un disco no escuchado con anterioridad, todo aparente en el ordenador, "Anthology" de Bruce Dickinson.
Disco que hoy parecia devolverme a la vida.
Justo en el mismo momento en que lo pinchaba decidía no dar por cerrado este blog y acto reflejo era el ponerme a escribir.
Comprobar la gravedad del anillo por el patio y sobre maruja.
Y de sonido inconfundible, el de las sillas de plástico domingueras, arrastrándose por debajo de pesos pesados de marujas en su barritar.
Y supongo que con la mirada en alto, y sin comprender que todo habia sido culpa del Dickinson, que animaba la mañana, se retiraban de aquella infernal terraza.
Mientras las observaciones hacia sus maridos seguramente descansaban en interiores, Bruce se desgañitaba y quien tontea con estas lineas decidía seguir haciéndolo en la posteridad.
La moraleja podría ser que todos podemos tener un mal dia. Y que un buen disco a veces viene como anillo al dedo, o a la cabeza.
Y como me encantan los Maiden, y la hija del Steve Harris me parece de lo mas sensual, pues aprovecho...

5 comentarios:

  1. Efectivamente, de lo más sensual

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  2. ajajaja.

    O dicho de otra manera, viva la Maiden que la parió...

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  3. O "de hierro me la pone la doncella esta".

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  4. Eres un enfadicas tío.

    ¡¡¡ Como la gente no opina ahora dejo de escribir !!!

    ¿¿¿dickinson estas tetitaaaaas???

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  5. Jodo, luego decís de mis temibles juegos de palabras, pero hostias...

    Son temporadas, Don Enrique. La primavera ya se sabe.

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