En la zaragozana calle de Ramón y Cajal, 50.
Muy cerca del Hospital Provincial y la primera cena a la que yo asistí estando malico.
Poco menos que los últimos pasos antes de divisar el garito, dudaba hacia donde encaminarlos...
Pero si hay algo que define al pueblo Buitako, aparte de comer y beber como cabrones, es su singular entereza.
Llegar hasta allí no fué tarea fácil. El bus en que viajaba recibió órdenes de desviar su ruta y tuve que apearme bastante antes de lo que pretendía.
Confusión general en el propio tráfico, coches de policía en torno a la iglesia de Santa Águeda y multitud de viandantes agolpándose alrededor de una plaza, me inducían a pensar que allí se había liado una gorda.
Pero no. Eran las huestes del buen beato. Perfectamente dispuestas en el más absoluto desorden, y esperando que de la iglesia saliera seguramente alguna talla de madera o yeso inexpresiva, que redimiera todos sus pecados.
Me asusté observando la cantidad de gente que está dispuesta a contemplar estos actos.
Tengo que releer un día de estos la biblia y prestar especial atención al apartado de la adoración de ídolos...
Figúrate.
La historia es que yo estaba malico, todavía era martes y tenía que currar al dia siguiente. Asi que no se me pasó por la cabeza ningún tipo de celebración y menos aún una jodida procesión.
Pudiera decirse que, debido a ella, para llegar al restaurante, primero tuve que sortear a gente que esperaba la salida de una virgen ( cuanto más virgen más salida? ) y después (¿para mas inri? ) tuve que cruzar diversas calles donde a esas horas se pasean multitud de putas...
Yonquis en las sombras, tratos oscuros en los rincones de las calles y sonidos de botellas contra el suelo cerraban el resto de festejos.
Pero por fin llegué al restaurante.
El Verrugón. Donde yo me puse poco "cabezudo" con mi idea inicial de no beber alcohol.
Apelando a que de lo que no iba a probar una gota sería de vino, me tomé dos tubicos de cerveza mientras esperábamos a reunirnos los cuatro Buitakos.
Una vez que estuvimos ya en manada, pasamos al comedor.
Mucho más grande el garito de lo que sugiere cuando estás esperando en la barra.
La carta, generosa donde las haya. Existe un menú por 12.30 €, según creo recordar.
Pero es que cada dia estamos más caprichosos.
De centro pedímos almejas con una salsa exquisita, huevos al salmorejo, revuelto de morcilla, setas y verduras y otro plato más que ahora mismo no recuerdo.
Aparte de mi mala memoria, no era dia para honrar a mi paladar.
En un estado medio febril y con una congestión nasal propia de un cocainómano agraciado con el Euromillón , se me hacía difícil apreciar los distintos sabores.
Quizá por ello fué que abandoné la idea del agua para cenar, es que si tampoco me sabe el vino a vino...
Y claro, Juako que hacía de maestro de ceremonias, cuando dijo aquello del vino blanco alemán que acompañaría a las almejas...
Pués es jodido decir "no". Que para eso hay que estar muy enfermo.
Guiándome por lo que dijeron mis coleguitas de la tribu, la salsa de las almejas estaba que te pasas.
Los camareros, de 10. El que más rato estuvo atendiéndonos hasta salió de propio a la barra del garito para avisarme que ya había sacado otro plato de centro, mientras yo estaba echando un cigarro. "No sea que no te vayan a dejar ná".
Luego cada uno pidió su segundo plato. Llama Eterna y yo pedimos lo mismo. Aunque luego le tuviera que preguntar a él que tal estaba para asegurarme.
Guiándome por lo que dijeron mis coleguitas de la tribu, la salsa de las almejas estaba que te pasas.
Los camareros, de 10. El que más rato estuvo atendiéndonos hasta salió de propio a la barra del garito para avisarme que ya había sacado otro plato de centro, mientras yo estaba echando un cigarro. "No sea que no te vayan a dejar ná".
Luego cada uno pidió su segundo plato. Llama Eterna y yo pedimos lo mismo. Aunque luego le tuviera que preguntar a él que tal estaba para asegurarme.
Que jodida es la vida del insípido, más que la del rockero, si me apuran.
El plato en cuestión pichi, pichi; entrecot de gamo a las finas hierbas, con mantequilla de no se qué y melocotón al vino.
Y lo que me jodía no sacarle todo el sabor. Quizá por ello tampoco dije no al vino tinto que llegó por aquel entonces. "Rosado, lo que no iba a beber yo hoy era rosado"...
Después postre en mi caso, cuajada con miel. Casera y rica.
Consiguiente carajillo de Baylis.
Para terminar con unos chupitos de hierbas. Aquí si que tengo queja; que no invitaron. Cobraron 10 euros de la puta ronda.
Detalle que me parece muy mal.
Pagó Brazos en Alto. Igual no puede decirse cena cara cuando sacas vinos tan selectos y pasas tantas páginas en la carta...
Pero vamos, precio popular no fué; 170 y pico euracos. Buff.
Tuve que decidirme en la votación viendo el criterio de mis acompañantes, porque mi condición de malico me dejaba en una posición demasiado neutral. Así que otorgué un 8. Brazos en Alto un 9. Llama Eterna y Topo Indeciso, 8 y 1\2.
Alegando que existen asociaciones para todo, que se paga muy poca pasta y que nos podría salir alguna de éstas gratis si nos daban subvenciones...
Y creo que semejante barbaridad no ha hecho sino empezar a tomar forma.
Ya decidímos los roles de cada uno. Y quien escribe sería el secretario...
Raro me parecía la idea de no beber alcohol esa noche. Esto último no me parece tan descabellado.
Menudo secretario, que no se acuerda de las votaciones. Brazos en alto votó 8 y medio y fue Topo indeciso el del 9.
ResponderEliminarQuede tranquila la parroquia que lee este blog: Elías is back. Son las 4 de la mañana y acabo de dejarlo en el Juanse con una pinta en la mano y animada conversación.
Fui tachado de rarito y aguafiestas en la penúltima cena, al rebajar un punto y medio el 9 general que votó el resto de la tribu. Creo que cenas como la de esta semana demuestran que os dejasteis llevar por la magnitud de las raciones y ahora tenemos un problema: es muy difícil superar el 34'5 del Talamantes. Aun cuando haya cenas mejores (como la de este martes). Anda, que si llego a darle el 8 que pensaba dar en un principio...
La próxima, con suerte, la facturaremos a nombre de A.C. Tribu de los Buitakos. Anda que no nos afecta el Gewurtzraminer este...
O tribu de los Buitakos D.c. me he perdido con la explicación ,pero el rollito suena de lo más histórico
ResponderEliminarJoder, casi las 6 de la tarde y aún no me he echado a dormir?
ResponderEliminarVa a ser que me lo tengo que hacer mirar...
No te acuerdas del cuarto plato que sacamos en los entrantes porque no pedimos ninguno, atontao. La gripe te confunde.
ResponderEliminarYa estamos, como el Luisma tenía gripe y se ha metido de todo ya no se acuerda de nada no?
ResponderEliminarPues ahora lo recuerdo todo perfectamente.
Era un canasto que sacaron con trozos de pan, que estaba riquísimo.