lunes, 14 de enero de 2008

Ciencia



Siempre es gratificante.Que la ciencia avance y no sea en pos de crear un nuevo misil inteligente o una novedosa técnica de regadío que abarate costes en los campos de golf.

Esta mañana oí por la radio que se habia realizado con éxito la tarea de crear un corazón.

Que basicamente lo que habian hecho unos investigadores de la universidad de Minnesota fué extraer todas las células musculares del corazón de una rata muerta,dejando solo como estructura los vasos sanguíneos y las válvulas.

Despues se le inyectaban células de un bicho vivo.A las 2 semanas era un corazón nuevo que bombeaba pequeñas cantidades de sangre.

Supongo será solo un paso.Pero ya dicen de poder aplicarlo a otros órganos y quien sabe si algun dia esta operación en humanos.

A mi me da cierta alegria,el tener la conciencia de que hay peña estudiando estas cosas,para ver si se puede hacer realidad en un futuro no tan lejano,y si todavia no hemos destruido el planeta.

Al escuchar la noticia me venía a la mente esos casos de leyenda científica,que muchos han sido realidad,de majaras que emplearon su vida y sus conocimientos en intentar hallar fórmulas para resurrecciones mediante complejos aparatos eléctricos,Frankinsteins de dudosa moralidad que igual les ha dado por injertar una doble cabeza a un perro que transplantarla de un mono a otro.

Que casos han existido...



Y recordaba especialmente el caso de un doctor del siglo XIX que lo suyo si es historia aparte.

No convencido de la autenticidad,me ha dado por buscarlo por internete.

Es increible,aun no sabiendo un nombre,la información con la que uno acaba recabando.

El tipo en cuestión se llamaba Stubbins Ffirth o Firth,da igual.

Debió de ser éste un matasanos del tres al cuarto.

Estaba convencido de que la fiebre amarilla no debía ser tan contagiosa,al disminuir ostensiblemente los casos en invierno.

Tomó la decisión de que quería hacerse un hueco en la historia de la ciencia.Y lo consiguió...

Alto precio este.

Comenzó a practicarse incisiones en los brazos para mezclar su sangre con el vómito negro propio de quienes tenian esta enfermedad.

Debió verse tan complacido de que su teoría iba viento en popa.Que creyó como por revelación divina,que demostraría al mundo científico que en invierno esta enfermedad no era en absoluto contagiosa.

Ello le hizo dar un paso de gigante y llevarlo mas allá ; entonces comenzó a beber vómitos de infectados,orines y sangre.

Al parecer no enfermó.

Y aparte de tener mucha suerte.Dejó su legado para la posteridad.

El doctor y pseudo-científico seguramente aportó lo suyo para tiempo más tarde descubrir que la verdadera causa del contagio de la fiebre amarilla se debe a la picadura de un mosquito infectado al entrar directamente en el flujo sanguineo.

Pero su nombre quedará escrito en letras de mierda?

No habrá existido alguien más asqueroso en su pretensión de enriquecer a la ciencia?

Seguro que si.

Aqui habria que valorar tambien lo que este hombre se ahorraria en comida.

La ciencia a fin de cuentas,es sacrificio de muchos.Y a veces uno traga mucha mierda.

4 comentarios:

  1. No, si al final a partir de células madre van a poder hacer seres humanos enteros. De aquí a la rata Frankestein no queda ná. En todo caso un gran paso para la ciencia. Y el "doctor-cobaya humana" ese de la malaria, eso sí que es confiar en tí mismo. Anda que si la transmisión hubiera sido directa y no por el mosquito, habría sido una muerte estúpida de esas que contabas en otro de tus post. Imagino que habría probado antes con animales "de laboratorio", no?

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  2. Puag, qué asco... Vómitos? orina? sangre? Eso sí, a la rica salsa de malaria, con la que todo sabe mucho mejor... Ñam!

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  3. A mi vomitos, orina y sangre si no es con pimientos...
    Gloriosa frase esta, Jinete "¿Pero su nombre quedará escrito en letras de mierda?"

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  4. Pues creedme,que este casi daba menos asco que otros que han hecho experimentos extraños.

    De animales de laboratorio no leí nada.Vamos,que a este lo que le iba era el barro,y el vomito y la sangre..

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