Casi en plena ruta beata que muchos emplean para redimirse de sus pecados con la Virgen del Pilar, un sitio donde comer como Dios; alta taberna La Yedra. Situado en la calle Mayor zaragozana número 28.
La asociación gastronómica buitaka se va profesionalizando.
No contentos con hacernos un logo propio, hemos decidido también sacar fotos de cada evento y dar puntuaciones.
Quizás la tribu Michelín empezara también de estas maneras. Nunca he sabido si el nombre que recibe su tribu viene dado por las copiosas comilonas que se habrán pegado.
Con tiempo fijado de inicio a las 21.30, para variar llegué sobrepasada la hora, consiguientemente el último y me tocó pagar a mí la ronda de cervezas.
Algún día éstos cabrones acudirán a la tasca a las 7 de la tarde a ponerse como piojos, dando por sentado que acudiré rebasado el tiempo y que tendré que aflojar yo de billetera...
Sea buen momento pues para plantearse tan estrictas normas de puntualidad.
Platos que sacamos de centro:
-Croquetas de jamón.
-Croquetas de boletus.
-Pimientos rellenos de morcilla. (Maaa...)
-Puntillas con padrón. (Antojo personal)
De segundo...chuletón.
Aquí Juako en su condición de siempre "rarito", se apretó unos jarretes de buena apariencia.
De chuletón calculo que sacarían algo más de 1 kilo para los tres tocinillos de taberna que estábamos como comensales.
Bien regado con vino riojano (afrutado??) y el "rarito" pidió agua.
La carne me pareció buena, pero...en el exigente mundo del chuletón es un pedazo de pero; la sacaban en una piedra que en seguida quedábase fría. Cosa que no mola y que sólo se pudo subsanar con la salida de otras dos piedras para poder terminar a gusto.
Ése es el problema. Si no se mantiene el calor y no puedes voltear tus trocicos de carne recreándote en cada vuelta, y al ritmo pausado que pueda merecer la conversación, terminas comiendo a la velocidad que lo haría un oso hormiguero ante la perspectiva de meterse una raya bucal de indefensas hormiguitas.
Pero bueno, cierto es que dejamos aquello que no hubieran sacado más provecho ni los quebrantahuesos, dicho sea de paso.
Anotar también que la sal era laminada. Pero no laminada por un oso hormiguero.Para mí toda una novedad.
He leído por ahí que la llaman sal maldon . Según la Wikipedia usada en la alta cocina y proveniente del condado de Essex en Inglaterra. De elaboración artesanal y laboriosa.
A saber...
Pues a sal.
Odio la palabra "servicio" y sobre todo si va acompañada de "correcto". Asi que diré que los camareros muy atentos y muy majos.
El postre muy esmerado. Yo elegí unos bombones de higo que eran una pasada. Con un relleno concentrado que si llegan a ser más de los cuatro que me presentaron creo que no me los acabo.
En líneas generales, todo muy bueno, pero eso sí; caro..
44 euros por persona...
Pagaba Topo Indeciso. En la cena nos había comentado la incertidumbre de su vida laboral...Lo que es para plantearse algo seriamente.
Caballeros buitakos, no digo de hacer futuras cenas con ganchitos y manzanas de caramelo, pero creo habrá que mirar más ese tema en lo sucesivo.
Más si Caballo Loco se añade al grupo a partir del mes que viene. Seremos entonces cinco tocinillos de taberna.
Tras los habituales carajillos y orujos, salimos del restaurante como acostumbramos; los camareros nos confundían con un grupo musical.
Menos mal que cada vez más y con su reciente éxito, ahora podemos tirar de él y señalarlo diciendo "No, pero éste si..."
Luego fuimos a echar una cerveza a un garito próximo, "El jinete nocturno". Donde por supuesto mis compañeros de fatigas me hicieron posar en la puerta para las oportunas fotos, que a ver si me las mandan...
No estaba mal el garito, decorado a lo lejano oeste y la música bastante elegante.
Allí se nos acercó un tipo curioso a darnos conversacíon. Un tío que había trabajado en la ETB de crítico musical, que ahora lo hacía para una revista pija. Que era de San Sebastián y ex-compañero de clase de los mismísimos Ángeles del Infierno.
Nos contó batallitas de festivales en los que había estado y nos dejo muy claro que era fan acérrimo de los Saxon.
Tras piedras, cervezas y buen rollo, eran las 2 de la mañana cuando regresaba a casa. Cuatro horicas y a currar. ahora me toca siesta.
Por cierto, para las votaciones. Que los buitakos dejen su puntuación en los comentarios (a incluir también el de Casa Emilio anterior). Cuando esté cumplimentado, editaré los post otra vez y pondré las estrellicas pertinentes al final.
Y así cuando acabe el año, daremos el diploma merecido al garito ganador y su obsequio, que no será otro que nuestra presencia allí por segunda vez...
De 1 a 10:
Yo le doy un 7 al Casa Emilio. Buena comida en general, pero quizá demasiado casero, que no cutre.
Y a La Yedra un 8. Se descuelga del 9 por el tema de la piedra y porque podría salir algo más económico...
La asociación gastronómica buitaka se va profesionalizando.
No contentos con hacernos un logo propio, hemos decidido también sacar fotos de cada evento y dar puntuaciones.
Quizás la tribu Michelín empezara también de estas maneras. Nunca he sabido si el nombre que recibe su tribu viene dado por las copiosas comilonas que se habrán pegado.
Con tiempo fijado de inicio a las 21.30, para variar llegué sobrepasada la hora, consiguientemente el último y me tocó pagar a mí la ronda de cervezas.
Algún día éstos cabrones acudirán a la tasca a las 7 de la tarde a ponerse como piojos, dando por sentado que acudiré rebasado el tiempo y que tendré que aflojar yo de billetera...
Sea buen momento pues para plantearse tan estrictas normas de puntualidad.
Platos que sacamos de centro:
-Croquetas de jamón.
-Croquetas de boletus.
-Pimientos rellenos de morcilla. (Maaa...)
-Puntillas con padrón. (Antojo personal)
De segundo...chuletón.
Aquí Juako en su condición de siempre "rarito", se apretó unos jarretes de buena apariencia.
De chuletón calculo que sacarían algo más de 1 kilo para los tres tocinillos de taberna que estábamos como comensales.
Bien regado con vino riojano (afrutado??) y el "rarito" pidió agua.
La carne me pareció buena, pero...en el exigente mundo del chuletón es un pedazo de pero; la sacaban en una piedra que en seguida quedábase fría. Cosa que no mola y que sólo se pudo subsanar con la salida de otras dos piedras para poder terminar a gusto.
Ése es el problema. Si no se mantiene el calor y no puedes voltear tus trocicos de carne recreándote en cada vuelta, y al ritmo pausado que pueda merecer la conversación, terminas comiendo a la velocidad que lo haría un oso hormiguero ante la perspectiva de meterse una raya bucal de indefensas hormiguitas.
Pero bueno, cierto es que dejamos aquello que no hubieran sacado más provecho ni los quebrantahuesos, dicho sea de paso.
Anotar también que la sal era laminada. Pero no laminada por un oso hormiguero.Para mí toda una novedad.
He leído por ahí que la llaman sal maldon . Según la Wikipedia usada en la alta cocina y proveniente del condado de Essex en Inglaterra. De elaboración artesanal y laboriosa.
A saber...
Pues a sal.
Odio la palabra "servicio" y sobre todo si va acompañada de "correcto". Asi que diré que los camareros muy atentos y muy majos.
El postre muy esmerado. Yo elegí unos bombones de higo que eran una pasada. Con un relleno concentrado que si llegan a ser más de los cuatro que me presentaron creo que no me los acabo.
En líneas generales, todo muy bueno, pero eso sí; caro..
44 euros por persona...
Pagaba Topo Indeciso. En la cena nos había comentado la incertidumbre de su vida laboral...Lo que es para plantearse algo seriamente.
Caballeros buitakos, no digo de hacer futuras cenas con ganchitos y manzanas de caramelo, pero creo habrá que mirar más ese tema en lo sucesivo.
Más si Caballo Loco se añade al grupo a partir del mes que viene. Seremos entonces cinco tocinillos de taberna.
Tras los habituales carajillos y orujos, salimos del restaurante como acostumbramos; los camareros nos confundían con un grupo musical.
Menos mal que cada vez más y con su reciente éxito, ahora podemos tirar de él y señalarlo diciendo "No, pero éste si..."
Luego fuimos a echar una cerveza a un garito próximo, "El jinete nocturno". Donde por supuesto mis compañeros de fatigas me hicieron posar en la puerta para las oportunas fotos, que a ver si me las mandan...
No estaba mal el garito, decorado a lo lejano oeste y la música bastante elegante.
Allí se nos acercó un tipo curioso a darnos conversacíon. Un tío que había trabajado en la ETB de crítico musical, que ahora lo hacía para una revista pija. Que era de San Sebastián y ex-compañero de clase de los mismísimos Ángeles del Infierno.
Nos contó batallitas de festivales en los que había estado y nos dejo muy claro que era fan acérrimo de los Saxon.
Tras piedras, cervezas y buen rollo, eran las 2 de la mañana cuando regresaba a casa. Cuatro horicas y a currar. ahora me toca siesta.
Por cierto, para las votaciones. Que los buitakos dejen su puntuación en los comentarios (a incluir también el de Casa Emilio anterior). Cuando esté cumplimentado, editaré los post otra vez y pondré las estrellicas pertinentes al final.
Y así cuando acabe el año, daremos el diploma merecido al garito ganador y su obsequio, que no será otro que nuestra presencia allí por segunda vez...
De 1 a 10:
Yo le doy un 7 al Casa Emilio. Buena comida en general, pero quizá demasiado casero, que no cutre.
Y a La Yedra un 8. Se descuelga del 9 por el tema de la piedra y porque podría salir algo más económico...
Menos mal amigos buitakos que vosotros fuisteís quien propusisteís lo de hacer las votaciones en el blog.
ResponderEliminarPorque aquí hay menos participación que la UGT con Franco.
Aqui te va mi votacion para que no me llores
ResponderEliminarCasa Emilio le doy un 7, buen trato, camarero simpatico, buena relacion precio calidad.
Alta taberna La Yedra, un 8, buen trato, el chuleton a mi me gusta mas bien crudo asi k no note mucho lo de la piedra y ademas tenian tejas en el postre, lo malo el precio, algo caro para nuestras lo que solemos hacer, si el precio hubiera sido mas asequible le hubiera dado un 9
Sobre el tema del precio (esto va para jinete y topo): si dejáis la elección del restaurante para el último día a las 4 de la tarde, normal que pasen estas cosas. En cuatro meses creo yo que da tiempo a echar una caña en algún sitio y preguntar: ¿oiga, me dejan ver la carta? Seguro que Elías echa carajillos matutinos en algún restaurante durante esos épicos viernes de farra. Pues eso...
ResponderEliminarSobre las puntuaciones:
Le doy un 7'5 a Casa Emilio. Me parece que el menú estuvo de puta madre, nos pusimos ciegos a cigalas por cuatro duros. Se lo recomendaría a cualquiera... pero no tuve suerte con la pieza de ternasco que me tocó. En fin, más jode cuando te pasa en una boda.
A La Yedra le cae un 9. Los jarretes espectaculares y si no fuerais tan pesados con el chuletón (que pocas sorpresas os puede deparar a estas alturas), os habríais fijado en la carta de carnes que tenían... En cuanto al precio, bebimos rioja y vosotros tres comisteis chuletón, así que tampoco me parece excesivo.
Nada que objetar, razón tienes.
ResponderEliminarEso si, no empezemos también con decimales, cabrón...
tras casi una semana sin ordenador por las reformas de pintura en casa ya vuelvo a estar operativo en el blog del amigo jinete. Casa Emilio un 8. Y la yedra un 7. El Chuleton se quedaba frio y habia que comer muy deprisa para seguir el rollo de esas piedras.
ResponderEliminarPues nada, editando estrellicas...
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