Moza ví que... África

Si alguien me pregunta al dia siguiente, ¿que tal lo has pasado?
Tiendo a pensar en la compañia, en el momento, e incluso en el lugar, aunque no fuera apropiado. Y el tiendo no siempre implica un tender, ni un guardar la ropa.
Y si a lo mejor, transformarlo en texto. Y espero que semejante asociación no cree algo textil...
Si, malo pero de cojones.
Y sería un proseguir decir que se me va la pinza...
-Introducciones innecesarias patrocina este espacio.-
Hoy me ha ocurrido para variar, otro suceso extraño.
Analizando la noche, ha sido de las que me gustan; te encuentras a mucha gente conocida y conoces a otros tantos.
Bien.
Pero la forma de comenzarla no era la mas habitual.
12.30 de la noche.
Jinete del viento sale de casa. Y caminaba como acostumbra. Despreocupado y con la vista al frente.
A medio andar del trayecto propuesto, escucha unos pasos acelerados a su espalda. Alguien corriendo.
Cuando está a punto de girar su cabeza, se da cuenta que se trataba solo de un ritmo de tacones no acompasados.
La silueta de una sombra y su pertinente reflejo sobre los adoquines grises que adornan esa calle, todo ello fruto de las luces lunáticas que ofrecía la tarde-noche, o igual producto del perturbar de alguna farola, lo cierto es que anunciaban que lo que se encontraba detras debía de tratarse de una mujer.
Y que tras indicios de toda una carrera y de momentos de incertidumbre no resueltos, esa muchacha se ponía a la par. Desafiando quizá a su propio itinerario y porque no, a las mismisimas sombras; porque ella era negra.
-Holaaa.
-Hola- dijo Jinete. Guiándose muy a su pesar por las pautas y pensamientos que suelen envolver a la civilización. "Debe tratarse de una puta" o "trata de colocar droga por agun sitio"...pensó.
-¿ A donde vas ? - dijo quien ponía en vilo a las sombras.
Y Jinete respondió con la frase mas recurrente que podía hallar en su repertorio de la no implicación:
- Ah , pues he quedado con unos amigos, en un bar muy cerca de aquí.
- ¿ Tienen café?
- Si...
Y quien desafiaba a las sombras y quien nunca teme al viento, se encaminaron hacia el mismo lugar.
Curiosa postal.
Yo seguia pensando que debia ser una fulana o algo parecido. Con conversaciones tan interesantes de camino
como "que dificil es ser mujer" ,"malditos tacones" y "hoy te irás a dormir pronto".
Abrí la puerta del Sebastian bar como si entrara a escena en una comedia de situación.
No era para menos.
Luego dice Maria Feliú que mis amigos son raros. Pues anda que mis conocidos repentinos...
Quien desafiaba a las sombras se tomó dos cafés. De repente se caía de sueño. Y sobre el taburete también desafiaba al equilibrio.
Cierto cabroncete hasta la grabó en video. Igual mañana aparece en el Youtube...
-¿ A que hora cierran esto?
- 3 o 3 y media.
-¿ Y te quedas aquí' ¿No te vas a las 2?
-Pues no. Los sábados es lo que tiene, que apetece abusar.(Del tiempo se entiende)
- Te dejo con la novia pero luego entonces aparezco por aquí.
Era una amiga quien tenía al lado, que no ninguna novia. Y aquella que desafiaba a las sombras se marchó rumbo a otros bares. Y Jinete tenía la esperanza de no continuar aquel episodio tan extraño.
Y asi fue. No volvió a aparecer.
Pero era alguien que daba para pensar.
En el siempre apasionante reino de la imaginación...
¿Que habrá sido de ella?
¿No es acertado pensar que quizá se trataba de alguien que huía?. Véte tú a saber de qué o quienes.
No es normal que alguien corra por la calle con tacones de campeonato, y que parezca buscar un amigo improvisado.
No iba mal vestida ni descuidada.
Tenía expresiones tales como "que bien se lo pasa la gente por ahí", o "que suerte el tener amigos"...
Dijo que era de Mozambique y de nombre Susan.
Quien sabe lo que esa persona pudiera albergar.
Pero era todo muy extraño.
Con mil prisas encima y sin embargo propensa a caer rendida de sueño.
Mala combinación, confuso desarrollo , pero espero que buen desenlace.
Me jugaría las buenas horas de juerga que he tenido esta noche y hasta ahora, que aquella mujer huía de algo importante.Quizá de un miedo del que sólo podía evadirse buscando el calor de la gente.