jueves, 7 de enero de 2010

Restaurante Las Viandas

Cierto. Debería haber realizado una foto de la fachada del restaurante donde nos dimos cita para cenar en la última reunión gastronómica-afectiva Buitaka.
Las Viandas, situado en Mariano Barbasán 3. Como "vianda" viene a significar "comida que se sirve a la mesa", y el Mariano al que rinde honor esa calle, era un pintor zaragozano, abro el post con un cuadro de él, con coliflores, uvas y manzanicas, elementos que no probamos habitualmente, pero ahí dejo la conexión, que cojones.
Martes de noche de Reyes. Pero nuestra cena no fué ni mucho menos digna de éstos. Decir que se trató de un convite sin pena ni gloria, sería traicionar mucho a la estima.
Marquen el 5 de Enero en sus calendarios, es una fecha no apropiada para celebrar una cena de amigos en la ciudad. Coincide exactamente con el cumpleaños de algún ciudadano desalmado, que probablemente salga con sus colegas a festejarlo esa noche, que agarren una tajadón monumental, y que tengas que aguantarlos en la mesa de atrás, cuando te dispones tranquilamente a comer, y unas carcajadas estridentes, junto a unas voces y comentarios, dignos de un pastor sordo dirigiéndose a un rebaño de yetis, quebrantará seguramente tu paz.
Tenía otra idea establecida de lo que significa "comer como un animal". Una manada de chimpancés con ukeleles hubiesen perturbado mucho menos aquél momento. Circunstancia que creo acondicionó en demasía la cena, y que nos acompaño casi toda la velada.
De la mitad de lo que aparecía en la carta, no tenían. Hasta en el tema vinícola nos pusieron trabas. Y el chuletón a la piedra que figuraba en el menú sólo era virtual; que no, que lo hacían a la parrilla porque sino allí se formaba mucho humo.
Bueno, igual luego se anima la cosa...
No serviría el vino para enmendar la hazaña. El camarero nos recomendó uno del mismo precio (cojonudo según su criterio), ya que no contaban con un simple Viñas del Vero, aunque en el folletín engañoso si que lo anunciaban.
Tomemos la instantánea que acompaña estas líneas como un claro ejemplo de foto artística, y lo que sugiere la botella acompañando al aceite y la sal. Si, un jodido vino vinajero, que creo que un ser depravademente alcohólico rechazaría acompañarse de él, siquiera con una mala ensalada.
Los enjuages bucales con naftalina, a buen seguro que tienen más sustancia.
Pedimos de entrantes una ensalada (mucho verde, atún, tomate, tres anchoas jóvenes y queso fresco), que no era precisamente para echar cohetes. Bueno, teniendo en cuenta la compañía que teníamos detrás, era para plantearse que hacer si en las manos tuvieses un bazooka...
Una de chipirones, que si que estaban buenos, y un plato de ibéricos, correcto. El chorizo bastante elegante.
El señor camarero (y supongo que dueño) no negaré que le ponía intención a sus menesteres, pero sea por los del cumpleaños estruendoso, o por ser la víspera que era, andaba desbordado.
Con el plato individual nos dejamos aconsejar de nuevo con el vino. No respondía a una acción masoquista, si no a que Enate tampoco tenían, aunque viniera en carta.
Si no viene el vino que viene en la carta, ¿que te conviene?
Bueno, admitiremos que la segunda opción no estuvo mal, claro que después de probar el otro, un "varietal de las ciénagas" nos habría parecido igualmente exquisito.
Yo elegí solomillo de vaca a la pimienta. En honor a la verdad, estaba muy bueno :
Mis compañeros de festín tuvieron que pedir que les hicieran más la carne, alguno incluso dos veces.
Con el postre y la ronda de carajillos vino la armonía y el descanso del guerrero; los plastas del cumpleaños se retiraban.
Sólo diré que en más de una ocasión hablamos durante la cena a grito pelao, por aquello de a ver si se daban cuenta de lo que estaban haciendo, y ni se inmutaron. Yo creo que hablar uno mismo así, como lo hacían ellos, puede provocarte tu propia sordera.
Recuerdo decir al camarero a su marcha ¿Se ha parado el mundo o qué? y comprender en un instante fulminante el porque del comentario...
143 €uros factura total. Nos invitaron a los carajillos.
Mal empezamos el ejercicio 2.010 de "Refugios Gastronómicos", y yo, que hacía de Maestro de Ceremonias, ya estoy algo impaciente por enmendar el asunto en la próxima ocasión. Porque las puntuaciones, como es lógico fueron de pena, Sólo superan en 1 punto al peor garito del año anterior, "La Brasa de Andrés".
Puntuaciones de 5, 5'5, 6 y 6'5.
23 en total.
Brazos en Alto el martes estaba griposo, congestionado y véte a saber con que alergías raras, con lo que parece un acierto que salga así en la imagen.
Topo Indeciso figura con aspecto jovial, seguramente porque al poco rato veía a su amorcito, con quien no quedaba desde antes de Navidades.
Llama Eterna con cara de "mira a ver cabrón a que clase de garitos nos traes".
Y yo, pudiera ser que fumando el cigarro con pena, ante la inminencia de la nueva ley y la prohibición de fumar en todos los sitios cerrados.

7 comentarios:

  1. En mi opinión un lugar bastante pobre de alimentos para todo lo que "supuestamente" anuncian en las pizarras que hay detrás de la barra y en la carta.

    Si de 8 entrantes ya te dicen que tres no tienen...
    Si de 4 tipos de carne la que más nos apetecía (chuletón a la piedra) te dice que no la hace porque se monta mucho humo...
    Si de 4 tipos de pescados sólo tienen uno de ellos...
    Y si de 16 tipos de vino anunciados en la carta sólo tiene 6 de ellos...

    Era para haberle dicho:"Y de 150 € que tengo en la cartera te voy 35"

    No me gustó y no creo que repita ni aconseje este sitio.

    La noche después en el Juan de cerveceo hasta que cerró estuvo teta.

    A ver en la próxima cena que hace de maestro de ceremoñas el nuevo miembro de la asociación gastronómica... "Caballo Loco".

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  2. El club de los 5, a partir de ahora.

    No viniste al Z después ! Yo aún aguanté hasta el almuerzo en el chino, torno a las 9 de la mañana. Eso si, dejé allí a Castillo y unas amigas y me retiré ya a mis aposentos con una tajada considerable...

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  3. Jaaaaaaaa, podríamos escribir libros como los de la Enid Blyton. Ya lo estoy viendo...

    Los 5 y el misterio de la jarra siempre llena.

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  4. Los Hollister, una mierda comparados con los Buitakos, por poner otro ejemplo.
    Aún debo tener algún libro de los 5por ahí. Esa mujer tenía serios problemas numéricos. Otras novelas eran "Seis primos (no sequé)", "Cuatro primos que trabajaban", ...

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  5. El ambiente cargado (más de ruido que de humo, debo admitir) no me dejó disfrutar mucho de la cena.

    Caballo Loco, ya puedes currártelo en febrero, cabrón! Que para más inri pasaremos antes por la sidrería que ganó el año pasado...

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  6. Por cierto, descojonante la crónica de esta més, que se me había olvidado decirlo. Lagrimones me caían de la risa al leerla...

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  7. No se yo si tomarme a bien ese último comentario, como está medio griposo es de lagrimilla fácil, queda claro...

    Y chavales, esta mancha en el historial gastronómico buitako habrá que diluirla en próximas citas.

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