Supermegapost. AC / DC en Montjuic y las consiguientes juergas

Hacía ya días que no aparecía por aquí.
Una dedicación casi plena a cultivar mi espíritu de guerrero nocturno me ha privado de poder hacerlo antes.

Como apuntaba en el Facebook, el fin de semana alcanzó unas dimensiones que casi el concierto de AC / DC pasa hoy a un segundo plano...

Usaremos este martes como un día de absoluto reposo y centrado en la reflexión...

Incluso me sorprendo al comprobar que realmente recuerdo todo. Será que me estoy acostumbrando a mi papel de cronista oficial de guazas.

Si hay que salir de fiesta, al menos hagámoslo de manera profesional. Que diantres.

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PRELIMINARES
Una breve reseña del jueves anterior para ponerme en antecedentes mentales.

Porque no es cuestión de explayarse; ni esto es el diario de Ana Frank, ni aquella pobre niña tenía el mismo concepto que yo a la hora de pasarlo bomba...

Una cálida tarde-noche de verano. En la que asistí al Sebastian Bar a ver los monólogos.

Con la sana intención de retirarme pronto a casa. Y a posteriorí en lo que quedó la cosa, no en retirada, si no en intención.

Por algún motivo, aquella noche no paraba de desfilar gente.

El ambiente era demasiado distendido. Tanto, que uno casi acaba olvidando sus obligaciones.

"Prichis" y luego La Buhardilla, fueron los cobijos que me aislaban del vertiginoso ritmo en el que a veces discurre el tiempo.

La noche lo que no estaba era parada. Y cuando quise darme cuenta, ya era tarde para correr.

Y sin dejar de lado el símil, también ahora entiendo porque cuando llegué a trabajar, a mi jefe se le veía tan acelerado...

Estuve por ir de empalmada, pero la tontería de "un ratito en la cama, que no cierro los ojos"...

Pues los "buenos días" en mi empresa fueron tan delicados como una manada de tocinos sobre monopatín y entrando en boxes.

Y con razón, que eso no lo dudo...

Jolgorio y vida laboral son difíciles de compaginar. Fijate, seguramente igual que el tocino y la velocidad.

Hoy la reflexión me invita a hacérmelo mirar y entre semana intentar echarme el freno.

Si, otra vez.

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Pero antes de ello, PRELIMINARES II PARTE

Viernes soso de faena y pobre en el trato humano.

La ansiada hora de salida del trabajo, como preso al que le devuelven los efectos personales y mira de reojo la puerta que comunica con las celdas.

Dos horas de siesta tenían que caer.

Hablo luego con David Cami y con Diego; ¿Habrá que quedar mañana para ir a Barcelona o qué?

Si, si. A las 23 horas en el garito aquel irlandés para organizar los coches y concretar horarios.

Por supuesto que también llegué media hora tarde...

Sabía que en nuestra placentera excursión para ir a ver a AC / DC, figuraban Lucky y Hache, por ejemplo. Pero desconocía el resto de integrantes que conformarían el equipo.

El Cami se quedó dormido (que no sólo iba a ser yo). Volvimos a hablar y dijo que iría por el bar en breve. Debió de decir esto mientras planchaba en la almohada la otra oreja, porque cierto es que ya no apareció en toda la noche.

Así que fué el momento de las presentaciones. En el irlandés estaban Mónica, María y Tomás entre otra gente. Conversación, chupitos y demás. Y sobre las 2 me marché ya con plan de batalla establecido para el día siguiente; a las 11 de la mañana del sábado en el bar de abajo de mi casa. Partiríamos en el vehículo A, conducido por Tomás.

Lo siguiente fué ir al Sebastian Bar, que era lo más normal. Para restar días en que quizá me hecharían por allí en falta o, más bien, por no crear un verdadero excedente de Exports en tan largo periodo de ausencia.

El acudir después al Z no estaba en la idea inicial, pero por allí estuve dando mal con Feliú y María Arellano. Hasta que cerraron, claro.

Luego mi momento ETC (Elías Tomando Carajillos) cuando volvía para casa. Coño, ¿acaso no eran las 9?

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DÍA 1 . TOMA DE CONTACTO Y DE EXCESIVAS CERVEZAS

Dormir dos horas era para estar de enhorabuena, porque dormía así el doble que el día anterior.

Todo perfectamente calculado; hacerme la mochila a toda hostia, tomar un café y cuando estaba saliendo de la ducha, llamada de Tomás. Es que eran las 11.15 y esperaban abajo.

La formalidad entendida como la exactitud en las acciones; siempre llego tarde.

Salimos Tomás, María y yo en el coche A en busca de Paco y Diego a sus respectivos hogares y comenzaba el viaje a Barcelona.

Sin sobresaltos, charradicas y buena música.

Todo iba bien hasta que decidimos parar a comer.

La autopista nos indicaba una gasolinera en Bell-lloc d'Urgell, municipio leridano.

Muy cachondas las indicaciones, paseamos por un pueblo bastante grande, aunque desolado. Donde los gatos parecía ser la verdadera población.

Después de preguntar en dos antros de camino, en uno no tenían nada de comer y en el otro además no se podía fumar.

Ya empezábamos a dudar de la existencia de la gasolinera cuando finalmente, nos topamos con ella.

Aquí degustamos nuestras primeras Estrellas (que poco me gustan) y me apreté unos huevos con bacon.

Relajadamente y en plan de terracita, bromeábamos acerca de si el coche se había quedado mal aparcado. Que a ver si iba a acudir la grúa...

Dimos por terminada la parada y volvíamos hacia el coche. Fué cuando Diego comentó que le había parecido a lo lejos que alguien le daba una patada al coche de Tomás.

A poco menos de 50 metros de nuestro vehículo nos encontramos al sospechoso en compañía de su horripilante mujer. Dicho sea de paso, el contemplarlos a los dos provocaba cierta reacción de simetría. Aquel tipo grasiento, con pinta de eunuco amargado...

Si tuviera que acompañar una buena ilustración a la definición de "cretino" en alguna afamada enciclopedia, creerme que ese tipo sería la mejor opción. Lo mismo para Garrulo, Paleto...

La historia era que el vehículo A tenía un bollo en la chapa. Que Cretino decía haberlo hecho su mujer sin querer, al tratar de salir del garaje. Que cómo con lo grande que era el pueblo lo habíamos dejado en la puerta de su casa.

La contrapartida era que se le había pillado in fraganti. Particularmente yo le dije que sin señales, ni badenes ni similares, ahí queda el derecho. Y que eso había sido una jodida patada intencionada.

Vale. No nos dimos cuenta del garaje al dejar el coche. Pero lo cierto es que tenían sitio para pasar sobradamente y con poca maniobra. Claro que viendo el aspecto avispado de la mujer, que era quien conducía, una simple maniobra podía convertirse en física cuántica.

Si añadimos que antes de la parte donde había sido abollado "A" , se encontraba un árbol, no hace falta investigar mucho para sacar conclusiones.

La extraña pareja además apelaba a que ellos también se habían hecho una raspadura en el coche.

La reacción más humana supongo que habría sido dirigirse a su coche y romperle una luna, los faros y los retrovisores , pero por suerte o desgracia aun queda gente civilizada.

Se hizo un parte "amistoso" (término del que discrepo) y sacamos fotos desde varias perspectivas.

Yo no podía evitar comentar toda opinión en voz alta.

Cuando la apestosa de la mujer subió a casa también a por la cámara de fotos, casi me da algo.

-Aún nosotros que no somos de este de pueblo y estamos de visita, bien que saquemos fotos de recuerdo. ¿Pero vosotros? Si no estaís de vacaciones ni nada.

Que bonito es el amor cuando es capaz de juntar a semejantes criaturas...

Seguro que si no aparecemos allí cinco individuos a recoger el coche, aquel tipo se hubiera mostrado de lo más chulesco y no habría entonado el mea culpa. Pero lo de la patada no lo reconoció, por supuesto.

Fué un placer abandonar aquel lugar y vover a ponernos en ruta.

Llegada a Barcelona. Avenida Diagonal.

Sin GPS ni grandes explicaciones para encontrar nuestro apartamento.

Paco llamó a un colega paisano que allí se encontraba trabajando de taxista.

Al primer amago de encontrar la calle, parada para control de alcoholemia. Cuando el aparatito reflejaba el 0,0 del conductor, los polis debieron cuestionarse si hacernos una prueba de psiquiatría al resto de ocupantes, porque empezamos a aplaudir y a vociferar como locos...

Tras unas cuantas vueltas; un increible sitio vacío para aparcar, y muy cerca, el apartamento.

Como los Rolling, tú. Resulta que ocupábamos la totalidad de la segunda planta. Aunque fueran sólo dos apartamentos.

Allí estaban Lucky, Mónica y Cami. Y vino el vehículo B con Hache, Susana, Carlitos y Marina

Acomodo, charradica y cervezas.

Al rato, yo una siestecica de poco más de una hora.
Al despertar estaba claro que el ambiente se había caldeado ostensiblemente...
Carlitos y un collar de lo más discreto.

Lucky preparó la cena para toda la banda. Spaguettis con chorizo.
Sobre las 0 horas, alguien quedó con unos amiguetes de la misma Barcelona, quiénes nos enseñarían los garitos pertinentes.

La foto del surtidor. Una foto necesaria.

Fué dejarnos los taxis y ponernos todos a fumar en una gasolinera como cabrones.

Primer bar que visitamos. No recuerdo el nombre. Jarras de litro y medio cobradas cómo si se tratara de un litro. De buen rollo, como me explicaría después el camarero, que se negaba a servirnos en vaso de plástico porque no le parecía formal. Buena gente.

Éste garito me hizo mogollón de gracia. Se llamaba "BB+". Me recordaba al típico Teleclub de pueblo. Eso si, lleno de gente y la música bien escogida. El de los cuernos era uno de los que nos instruía en la juerga de la ciudad.

La Mephisto.

Chico, tanta fama que tiene y a mí no me convenció.

Mal planteada; baños a tomar por culo y la barra, alejada del gentío.
Aquella noche pinchaba la música el Rafa Basa. Sortearon entradas para un día en el Metalway y a Tomás le tocó una. Manda huevos, que tuviera que ser en Barcelona.

Haciendo el gilipollas en la taquilla de la Mephisto,. Diciéndole a la moza; yo quiero una o de general de pie o de gol norte... Flipaba.

El tío éste era de Xátiva, Valencia.

Interiores de la Mephisto.

Cansado ya, perjudicado...
Momentos antes de salir a respirar aire puro a la calle.
Porque aquel era el primer pensamiento.

Como veía que eran sobre las 6 de la mañana y que aquello iba para largo, ante la perspectiva de andar y ya en la puerta, le pregunté al portero:

-Oye, ¿para ir al barrio de Gracia?

-Pues mira, bajas esta calle y la boca del metro...

-No, no, para ir andando.

-¿Para ir andando?

-Si, si. Que en que dirección es.

-¿Para ir andando? El metro...

-Que no, que no. Sólo señálame si por aquí o por allí.
Y asi comenzó Jinete otra de sus famosas galopadas.

Comenté algo en el bar. Que salía a pasear un poco, que igual me iba al apartamento...

A medida que me envolvía en el ambiente de la ciudad, me encontraba más sano. Dejando atrás el cansancio y los efectos del alcohol.

Si algo me gusta de Barcelona es su lado cosmopolita.

Callejeaba y hablaba con la gente. Preguntaba por las cuatro calles que conocía, próximas al apartamento.

Al principio mosqueaba bastante. Eso de que se despidan de tí con un "suerte", suena a que te encuentras realmente lejos de tu objetivo.
Ahora un mejicano. Una pareja de Murcia. Andaluces... unos toledanos que se despedían a vítores de "Viva Zaragoza". Pues "Viva Toledo" salió de mi boca, expresión extraña que jamás pensé fuera a proferir.
Me llamó Diego una primera vez que resultó graciosa. A la par que hablaba con él por teléfono, trataba de preguntar a un viandante por la calle a seguir para continuar hacia la Diagonal.

- Que no, Diego. Id a vuestra bola. Que estoy bien. No hace falta que me recojaís en taxi.

Y casi a la vez; "Chicoo. Cooo." /"Será empanao el gacho". Un individuo que parecía asustado aceleraba el paso, no siendo consciente de que mis intenciones eran nobles.
Tras aquella conversación me metí por una calle extraña donde las señales de tráfico pintadas que poblaban la calle estaban repletas de prostitutas. Un stop; una negra de 2 metros con tacones gigantes. Un ceda; un travestí o algo parecido.

Intenté no fijarme demasiado porque allí había mucha gente, posible lío de conversaciones y yo sólo quería encontrar mi ruta.

Y si algo había a esas horas en la calle,era gente rara. Entre los que me incluyo.
Salí a una plaza grande que parecía el arrabal de alguna zona de juerga.

Allí me encontré por fin con un nativo. Unos veinte minutos caminando juntos porque marchábamos en la misma dirección.

Cuando me estaba contando aquél tipo su ascendencia por parte de madre de nosequé familia de antiguo linaje radicado en Monzón...Llamó Diego por segunda vez.
Iba ya en taxi con Mónica e insistía sobre mi paradero.

Asi que mis andanzas, después de hora y pico, terminaban en el cruce de la Diagonal con el Paseo Marina, según creo. Monté en el taxi con ellos y me despedí del único catalán con el que conversé en la travesía.

El taxista dijo que había hecho la mitad del camino, pero yo pienso que fué algo más.

Otros miembros de la banda improvisada para ver a AC /DC llegaron en metro, en taxi...Y a distintas horas.

7 y pico a.m. A dormir.

*****

DÍA 2. EL GRAN DÍA.

Domingo de insurrección.

Amaneció marcado por las visitas al apartamento. Por carajillos en el bar que teníamos abajo. Las cervezas tempraneras y el salchichón como comida de subsistencia.

A goteo parecía prepararse la gente ante la inmininte hora del punto álgido del fin de semana; el concierto.

Ante la información que manejábamos de que el litro en AC/DC costaría 10 €uracos, decidimos prescindir de las dos bandas que actuaban como teloneros.

Tarde de convivencias en apartamento/bar de abajo.
Los minutos corrían. Habrá que ir a coger el metro.

Nunca había estado en Montjuic. Chulo, chulo.

Si no fuera por tanto coche alrededor, parecería Versalles.

La cerveza ya se había terminado en los bares cercanos a la montaña.

Pero siempre podías encontrarte con algún pakistaní de los que venden latas...

Llegamos al interior del Olímpico a las 21,50 horas.

Acojonante el ambiente que se presentaba. 63.000 espectadores, según he leído hoy.

Un pequeño incidente con un par de borrachos que casi tiran nuestras consumiciones, sus tontadas de rollito camaradería heavy a modo de disculpas, su alejamiento posterior, y el apagón de luces general, anunciaba la traca.
Inmensos AC/DC.

Dos horas que se hicieron cortas.

Exceptuando 5 temas del último disco, todo clásicos.

Pedazo de video de animación abriendo el directo. Después el tema de "Rock'n Roll Train". Es acojonante lo que se pega la melodía...
Angus casi sudando sangre con "The jack".

La muñeca hinchable del "Whole Lotta Rosie".

Los confetis.

Los fuegos artificiales.

Lo que me emocioné escuchando y viendo el "Hell's Bells"...

Bueno, es un decir. Lo malo de estos conciertos ya se sabe. Estando a mitad de campo, ves básicamente los videos y el espectáculo, porque a los componenentes del grupo casi has de hacer un esfuerzo para poder imaginarlos sobre el escenario.
Leyendo hoy crónicas por ahí, unos dicen que el sonido bien y otros mal. Para mí, estuvo genial.

Tampoco entiendo que mencionen si el Angus tenía la guitarra desafinada en "Thunderstruck", que si se le cayó la púa a mitad y tuvo que hacer el solo con los dedos. Y no cuenten que Brian Johnson saliera con una camiseta del Barça para cantar los dos últimos temas; "Highway to Hell" y "For those about to Rock".

Porque eso si que son cosas que apreciamos todos.

Muy buen directo.
Estremecedores los cuernos iluminados en las gradas...

Fotos tras terminar el concierto, aunque parezca el final de copa de algún torneo de hockey...

No se andan con chiquitas por estos lares para desalojar a la gente. Los de seguridad caminan con una cinta barriendo al personal.

He aquí mi más enérgica protesta.

Finalizado el directo, para afuera. Al punto de reunión establecido.

No, si resulta que llevábamos bien lo de la organización y todo.

Mi lado más fotogénico, sin dudas.

Luego fuímos a una extraña pizzeria con música chill-out a comer unos bocatas y beber unas cervezas.

Más tarde, paseo por Gran Vía y hacia la zona del apartamento.

Esos entrañables pakistanís de las latas...

La terraza del apartamento se encontraba cerrada. Asi que vaciamos las neveras y terminamos la noche en un parque cercano...
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DÍA 3. COLEGA ¿DÓNDE ESTÁ MI COCHE ?
De nuevo, desayuno continental.

Recogida, despedida y cierre. Dejamos los apartamentos. No sin antes pensar si prenderles fuego para que los encontraran con mejor aspecto.

Tomás y Hache se van con el vehículo A a buscar el vehículo B. Que debía estar aparcado bastante lejos. Podríamos llamarlo punto X.

Porque el punto X resultó toda un incógnita.

Allí no había coche. Ni el B ni ningún otro. Se suponía que el sábado aquello estaba lleno.

El resto del grupo esperábamos en la terracita del ya recurrente bar de abajo.

Volvieron con nosotros los señores conductores. Y traían de recuerdo la jodida pegatina triangular con la que realiza sus visitas la grúa.
Llamaron al taxista aquél que vivía en Barcelona para informarse.

Todos nos temíamos lo peor. Un depósito tiene que estar a las afueras...

Pues la friolera de 26 km.

Putada el lunes que pasaron Hache, Susana y Tomás.

Los demás nos quedamos paseando por la ciudad Condal mientras ellos iniciaban la aventura del viaje por la carretera del Litoral a buscar el jodido B.

Nosotros fuímos a velocidad de crucero hacia la plaza Cataluña. Con las paradas propias para tapas y cervezas.

Incluso nos metímos en una exposición de entrada libre, de cine y fotografía de efectos especiales.

Hicimos fotos por el camino. Y al cabo de unas tres horas, al fin quedamos todos en el Hard Rock Café cercano a las Ramblas. Ese garito tan raro que presume de rockero y en el que no se puede ni fumar, ni sentarte a tu libre albedrío en las mesas...

Una vez todos juntos, aquello parecía una película de terror; siempre desaparecía alguno, que se metía véte a saber dónde y había que realizar una oportuna parada. Y cuando aparecía, había que esperar a otro... cuando no se trataba de encuestadoras las que retrasaban nuestra marcha.

Los 3 del depósito estaban cansados. Normal.

Fuímos a picotear tapas a otro garito. Hicimos una breve visita a una calle de artículos heavys y discos, o algo parecido.

Se nos echó la tarde encima.

Salímos de Barcelona pasadas las 20 horas. Par de paraditas por el camino y llegada a ciudad de origen sobre las 0 horas.

Nos ha sobrado un montón de comida de la que compramos, asi que el batallón AC / DC ya tiene excusa para quedar el próximo domingo a merendar...
Hostias, va a ser que el post éste ha quedado un poco largo. Pero lo que más me acojona es mi nítido recuerdo...

Aunque dudo que alguien finalice la lectura íntegra del post, despido con un par de videos cortos. El ambiente en Montjuic justo antes de salir AC /DC, y la posterior marea cornuda en las gradas.

Creo que me voy a coger un par de días de descanso...
¿En el blog?