Soñar no cuesta nada

Esta tarde he digerido una original película colombiana "Soñar no cuesta nada".
Figura entre las más vistas de ese país.Fué nomimada a un Goya y galardonada con el premio del publico en el Chicago Latino Film Festival.
Está basada en hechos reales acaecidos en el 2003.Y es de esa clase de películas que invitan a la reflexión.
La trama gira en torno a un batallón del ejercito colombiano,que persiguiendo a la guerrilla de las FARC,dan de forma fortuíta,en un campamento de los guerrilleros,con un auténtico tesoro en forma de billetes.Producto de venta de droga y de secuestros.
Como era lógico,deciden repartirselo,improvisando una balanza romana,los tíos se lo reparten a peso.Te imaginas?
Quíen más quíen menos,cada soldado se hace dueño de 400.000 dólares.
Permanecen allí en la jungla,jugándose cifras millonarias al póker,incluso quemando alguno de estos billetes manifestando tanta felicidad espontánea.
Hasta que,no sin ciertos apuros,consiguen que les recogan de estos parajes donde el dinero no sirve de nada.Llevan su riqueza en silencio,y un dia del que disfrutan de permiso,se ponen todos a derrochar guita a mansalva en los mejores restaurantes y burdeles que encuentran a su paso.
Compran coches,ropa,de todo...está claro que acaban levantando sospechas,que los investigan,y finalmente les condenan.En la actualidad,muchos de estos soldados están encarcelados por más de 9 años en algún caso.Y también hay alguno que está en busca y captura,y quizás gastandose la pasta en algún lugar indeterminado,riéndose de todo ello.
La película no es una obra maestra,pero sirve para una tarde entretenida.
El episodio me ha recordado lo que me contó un buen hombre de Jaen que conocí en un viaje de estos de tour,a Galicia.
Me contó que un día cogio el periódico,con un décimo de loteria en la mano,lo comprobó...PREMIADO...era rico...
Contaba que llamó a un amigo suyo,se fueron a celebrarlo,entraron a un bar,invitaron a todo quisqui que en el garito se hallaba,rulaba el champan,los gritos,las palmaditas en la espalda...
Hasta que uno de los allí presentes cogió un diario y advirtió al resto,estupefacto,que el número premiado no era tal.
Resultó que el periódico primero que aquel buen hombre había mirado ese día,era del día anterior,e hija puta la coincidencia el numero de décimo si que se correspondia.
El hombre contaba la historia y la finalizó así; Me quedé con una cara de gilipollas...igual de pobre que antes y con no se cuantas copas pendientes de pagar...Pero sabes qué?quizas fué el momento más feliz de mi vida,durante 20 minutos flotaba sobre nubes.Fuí millonario durante unos instantes.
Si es que soñar no cuesta nada.

Trailer: