Pudiera darme por hablar sobre mis borracheras...
Sobre la propia necedad de referirme a mi como Jinete del viento.
De mencionar lugares que no conozco o juzgar hechos que no estan probados.
Ni quizás jamás lo esten.
Por ello mezclo todo ello, y me transporto a aguas frias del Guadalquivir.
Me embriago sin saber con certeza porqué; de tanto que no he querido escuchar.
Como si de una resaca provocada por malignos espiritus se tratara.
Juro que masticaria sus corazones y luego los escupiría sobre sus entrañas.
Sobre aquellos que despreciaron esa vida.
De alguien a quien ni siquiera ahora pueden llorar sus allegados .
Porque con el tiempo pasa hasta la simple mención, y la noticia en los telediarios.
Pero no los deseos de alguien que como yo, quisiera ver muertos a los involucrados.
Y que sólo las ratas se preocuparan de buscar restos entre la basura.
En los recien inaugurados vertederos de odio. Hijos de puta.
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