La tribu Buitaka en Facebook

Pues así es.
El noble pueblo Buitako ya tiene página en el famoso Caralibro.
Me parece una cagada tremenda que al iniciar desde ese espacio un tema de debate nuevo, no te deje la opción de poder incluir fotos.
Así que quien esté leyendo ahora estas lineas quizás venga de allí, porque no me ha quedado más remedio que enlazar al blog.
Material inédito y de fecha desconocida.
El clásico posavasos de la época:
Y en su reverso, todo un justificante Buitako :

Asumiendo que debió tratarse de alguna noche loca entre semana y con pocas ganas de volver hacia casa Caballo Loco y yo mismo.

\\ Yo, Juako Buitaker. En mi condición de camarero encargado (por pocas horas), atestiguo que los Sres Sergio Aguarón y Elías González, partieron del citado establecimiento en alto grado de intoxicación etílica, para que conste a efectos de baja laboral y/o/u queden exhimidos (se escribe así?) de personarse en el curro \\

Por cierto, un apreciado material que no hubiera sido posible mostrar sin el Scanner que me regaló el camarero-médico propenso a ayudar siempre con sus justificantes.

La tribu Buitaka en Facebook.

"... Cuando no hace demasiado tiempo que el buen Heavy Metal sonaba armonioso para nuestros oídos y el alcohol amenizaba las noches. Esas que nunca queríamos que terminaran.

Entre sonidos sordos de futbolín. Toneladas de serrín arrojadas con el mayor de los descuidos. Altavoces petados pero gigantes, que nos transportaban a otros lugares...

Conversaciones de barra que no conseguían arreglar el mundo pero que si nos lo mostraban mejor.

Al calor y amparo de unos siempre geniales camareros. Con sus rarezas, peculiaridades y formas.

Y nunca exentos de contenido. Como aquellos chupitos o jarras que en tantas ocasiones no dudaban con invitar...

Allí crecimos. Negándonos a despedir las madrugadas y abrazando cada instante.

La melodía que anunciaba su cierre como la mayor de las tristezas...

Fiestas de Pilares, cotillones de Nochevieja, audiciones...

Desde la distancia y el recuerdo quizás verdaderamente el Buitaker no nos formó como personas, pero si que no tuvo más remedio en su momento que albergar todas nuestras inquietudes"...