Pescadilla antes de Navidad

Extraño día para mí.
Primera Nochebuena que paso sólo, y basicamente porque me ha dado la gana. O porque el plural de ésta última no se ha querido manifestar debidamente en el perturbar de mis apetencias.
Mi hermano era anfitrión de cena familiar navideña.Pero su casa está en La Puebla,lo que suponen kilómetros a tratar por alguien que como yo, no dispone de vehículo propio, ni quiere depender de nadie para su regreso y recogida.
Ni me seducía demasiado, sinceramente, alargar la noche entre familia. Seguramente con conversaciones banales, platos de más que no necesitas engullirte y el runrún de fondo que agita tu cabeza de tal manera que hace que te jures a tí mismo que con una buena resaca serías incapaz de soportarlo.
Eso si llegas a planteártelo antes de que esa tía extraña y esotérica que creo que todos tenemos en la familia, no halla sido presa de la exquisita botella de vino que alguno de los presentes habrá aportado. Y que ahora tengas que aguantarla en su predicación, con sus consiguientes razonamientos de que existen piedras que son curativas al tacto, que nuestra vida no es más que un mero trámite para alcanzar la eternidad o que existen dos querubines que son los encargados de custodiar el sol...
Y le llaman Nochebuena.
Fuera coñas, me siento como una sabandija miserable por no haber comparecido a la cena.
Pero somos lo que somos. Y a veces también piensan lo que somos porque no fuímos. Toda una negativa redundancia...
Ahora me espera un solitario festín de chuletón, una botella de Lambrusco y la cuenta atrás para salir de casa dispuesto a perderme entre la niebla que en estos momentos cubre la ciudad, dirección; que se yo, ¿quizás hacia los bares?

¿Por que parece como si me estuviera confesando en estos instantes?
Porque hace escasas horas que había quedado con los amiguetes en el Sebastian Bar; Topo Indeciso, Don Enrique y ex-anónimo y Sofía, su chica.
Para tomar unas cervecillas a modo de preludio festivo.
Y Jordi (ex-anónimo) al comentar yo la noche que me esperaba, me dice en un momento dado ; " Que triste. ¿Sólo?" Y enredando con el tema no se bien cómo incluso llegando al simil de que me esperaba la misma soledad que al Golum de ESDLA.
Con semejante conversación y el ya recurrente "Ya te veo poniendo en el blog; bla bla..."
Pues para eso estámos con lo que somos, porque no fuímos y esto responde a lo que tenía que ser. -Empiezo a liarme ya un poco...
El caso es que tras un par de horas se van mis colegas.
Salgo del garito cuando lo hacen los buenos; cuando cierran ya, con Mariano, el jefe del bar y su chica.
Cojo mi chaqueta despreocupadamente. Y como relataba en un post reciente, escucho un sonido metálico en el suelo.
Un jodido anillo.
No es de fabricación suiza. Ni tampoco tiene grabados en élfico.Pero me lo quedo..
Y me hace pensar. ¿Golum?
Aquella era la primera señal sin duda, de algo.
Luego camino hacia casa.
Paso andando por un bar de mi barrio, de los de toda la vida. Recientementer adquirido por unos sudamericanos.
La música que escucho al pasar la reconozco bajo el agua si hace falta; "La leyenda del hada y el mago" de Rata Blanca.
Una canción que raramente habré escuchado en ningún garito si no es porque la he pedido yo anteriormente.
Incluso barajo la posibilidad de adentrarme en aquel bar, pero algo me decía que siguiera la marcha.
Llego a casa hace pocos minutos.
Tenía una ventana del Internet Explorer abierta desde esta tarde.
Mientras intentaba moverme entre otras ventanas para pinchar una serie de canciones... no se que hostias habré tocado sin querer, pero casualidad también, me hallo de repente observando una foto de la flor de nochebuena en el Google imágenes.
Y palabra que hoy nada busqué relacionado con semejante día. Asi que ante la inevitable curiosidad, me meto en un blog donde enlazan con la imagen en cuestión y encuentro la leyenda sobre esta planta.
Son cosas raras, demasiadas casualidades, como si alguien tratara de revelarme algo.
En todo caso, ¿a mí? si existiera un Dios y tratara de comunicarse conmigo, fijo que antes tendría que pasar por una serie de llamadas perdidas al móvil.
Pero cierta magia envuelve estas últimas horas, no me cabe duda.
Adjunto la información de la planta, porque me ha gustado.
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Su nombre náhuatl es tlazóchitl, que significa “flor que se marchita”

, los aztecas la llamaban cuetlaxóchitl, pues para ellos simbolizaba la sangre de los sacrificios que los indígenas ofrendaban al sol para renovar sus fuerzas.
La flor de nochebuena o cuetlaxóchitl es originaria de México. En lengua náhuatl cuetlaxóchitl significa: flor de pétalos resistentes como el cuero. Entre los pueblos mesoamericanos, particularmente entre los mexicas, el cultivo de flores y plantas tenía gran importancia.
Las flores tenían, para estos pueblos un gran significado tanto en la vida religiosa como en la cotidiana. En el México precortesiano, la flor de cuetlaxóchitl constituía un símbolo que correspondía a la "nueva vida" adquirida por los guerreros que morían en batalla.A la flor de cuetlaxóchitl se le dio el nombre de flor de nochebuena porque normalmente florece en diciembre.
La Flor de Nochebuena se usó por primera vez en las fiestas navideñas del siglo XVII, en Taxco, Guerrero. Un grupo de monjes franciscanos que había llegado al lugar las recolectó en los campos cercanos, donde crecían en forma silvestre, para enmarcar una procesión conmemorativa de la Natividad, llamada Fiesta del Santo Pesebre, iniciando así una tradición en la localidad.
Durante la época de la Colonia, los mexicanos comenzaron a usarlas para engalanar sus nacimientos, adornar las iglesias y formar guirnaldas decorativas. Desde entonces, la Cuetlaxóchitl ha estado ligada a la Navidad en nuestro país. (Méjico)
La historia nos revela que el diplomático Joel Robert Poinsett, quien fue embajador de Estados Unidos en México de 1825 a 1829, conoció la Flor de Nochebuena cuando viajó una Navidad a Taxco y visitó la Iglesia de Santa Prisca, engalanada con las flores de Nochebuena. Quedó fascinado con su exótica belleza y llevó algunos ejemplares de la planta para cultivarlos y propagarlos en los invernaderos que tenía en su casa, en la población de Greenville, Carolina del Sur.
Poinsett ayudó a difundir la planta, enviando ejemplares a varios de sus amigos horticultores y a muchos jardines botánicos de Estados Unidos y Europa. A la Flor de Nochebuena se le conoce como Poinsettia en Estados Unidos y otros países de habla inglesa, en recuerdo de quien la propagara y popularizara como adorno de Navidad.
A esta flor se le puede dar la poética acepción de "flor hiemal", es decir, flor invernal. Esta planta maravilló y sigue maravillando a los habitantes de los países nórdicos, al ser capaz de florecer bajo los crudos inviernos por lo que es especial durante esta época festiva del año.

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