miércoles, 8 de agosto de 2012

Tabernalia. Zona Actur

Tengo mis inquietudes sobre si se trata de una franquicia, una cadena o de una asociación de amigos del barril, pero por lo visto existen 10 establecimientos con este nombre en nuestra ciudad. Ahora que me hallo leyendo la saga del Guía del autoestopista galáctico (es una relación amor-odio, que cada vez que retomo pienso que tengo que dejar, pero de forma misteriosa sigo con ella) asociaría Tabernalia a un planeta lejano a nuestro Sistema Solar, poblado por una raza de aguerridos verbeneros que harían la guerra galáctica a bordo de pintas volantes propulsadas por espuma cervecera.
La cena de ayer tuvo su base en la sección Acturiana, concretamente en Concepción Saiz de Otero con Mª de Maeztu. Puedo jurar que no son Emperatrices Imperiales de otro mundo, sino la calle exacta donde se encuentra el garito.
Debió de costar menos trabajo a la NASA poner al Curiosity ayer en Marte sobre el terreno, que a nosotros asistir puntuales al evento gastronómico. No recuerdo haber sabido con tanta antelación otra cena Buitaka; desde el jueves anterior, hora y lugar confirmados via sms. Pero a las 9 de la noche sólo estaba en aquella terraza el Maestro de Ceremonias, Brazos en Alto. Yo aparecí 15 minutos tarde, seguro de que me tocaría pagar la ronda previa por mi tardanza. Las marcianadas las protagonizaron Topo Indeciso y Llama Eterna; el primero estaba tranquilo viendo una película en casa a las 21.25 porque se había olvidado completamente del asunto. Lo del segundo aún tiene más delito: se alargó con una comida empresarial, muy generosa en su digestión posterior a base de gin tonics, y suponemos que no sabía ni en que tiempo vivía. Bueno, ni en que planeta, pues no se le ocurrió otra cosa que venir acompañado de la proveedora que tanto rato le mantuvo reunido. ¡Sacrilegio a los estatutos buitakos!
Imaginad a la chica de Brazos en Alto cenando sola en casa, a escasos 50 metros, porque ya sabe de la reunión de amiguetes que siempre se juntan -ELLOS EXCLUSIVAMENTE- a cenar, religiosamente, cada primer martes de mes. La vida en martes y la vida en Marte, para algunos no tiene gran diferencia. Y entonces te preparan una gran marcianada, porque un terrícola en sus cabales no puede hacer estas cosas. Él, tiene sentimientos.
Imaginemos de nuevo la escena, pero dramatizándola más: la chica de Brazos en Alto preparando su solitaria cena va a coger huevos y carne de la nevera, pero descubre que no tiene prácticamente nada. Piensa entonces si bajar a la carnicería de enfrente, que cierra bastante tarde, pero no lo hace por si se encuentra en el camino a los buitakos, y éstos pueden verse superados por el encuentro forzoso e invitarla a cenar con ellos. Ella cierra la nevera y reflexiona un instante. No se acordaron esa tarde en ir a comprar...Abre un armario y saca una caja de cereales, pero quedan ya muy pocos. Vuelve a abrir la nevera, esperanzada ante la posibilidad de acompañarlos con 2 yogures que quedaban. Su desesperanza se transforma en agonía, cuando descubre que ya llevan 3 semanas caducados. Termina cogiendo una botella de leche y bebiendo a traguitos muy cortos, como tratando de masticarla. Mira el reloj de la pared y decide que lo mejor es echarse a dormir, para no tener que pensar en más cosas...
A esos escasos 50 metros la escena es bien diferente. Una extraña criatura nos acompaña, dispuesta a ejercitar al máximo cada minúsculo músculo de su mandíbula...
La carrera espacial ( o mejor espacio-tiempo) de Topo Indeciso y Llama Eterna estuvo cerca de acabar en tablas. El que no se decide llegó a las 21.57 y el de las llamas a las 22.00. Los 17 €uros de las tapillas previas, las madejas y las birras las tuvo que apoquiñar él. El probebedor que vino con la probebedora.
A mí no me cayó especialmente mal la muchacha, pero está claro que con Brazos en Alto tuvo sus disidencias. Lo entiendo, porque yo soy el primero que me pongo sensible si imagino una nevera abriéndose y cerrando...
A su favor diré que ella llevaba toda la tarde echando cubatas, así que imagino que en otras circunstancias bien podría desprender, incluso, cierta normalidad como ser humano. Pero no voy a meterme en el barro porque ya digo que no tuve ningún problema con la probebedora. Sólo que cuando la ví aparecer, enseguida atisbé que se trataba de la típica persona que ha de hacer valer su opinión, sea cual sea el tema que se está tratando. Serían incontables los ejemplos.
Bueno, ¿y qué cenamos? Pues además del estofado extraño a base de conversaciones superfluas sobre películas, libros y series que tuvimos con la nueva amiga...
Parrillada. Dos como estas de la foto:
Solomillo, churrasco, panceta, entrecot, patatas, pimientos y ensalada.
Y  con la piedra en el centro para enredar con nuestros juguetes:
Creo que salieron por menos de 30 €uros la bandeja, y yo cené realmente a gusto, quedándome muy bien con la cantidad. Acompañamos con dos botellas de vino, una de Eminems -que fué la que más gustó a mis compañeros y cuya puntuación he visto hoy en una web: 78 sobre 100-. Y la que para mí fué un descubrimiento y que al resto no le agradó tanto (ya se sabe de mis discrepancias con el vino); Heredad de Ansón, Vendimia Seleccionada. Hoy buscando información  he visto la web de su bodega , que se encuentra en Muel, y que creo merecerá una futura visita...
Hubo tiempo de postre en la terraza del Tabernalia. De carajillos y de chupitos finales con charlas extravagantes y hasta con momentos de tensión.
Adjunto una conversación que tuvo lugar allí, cortesía de Brazos en Alto:

- ¿El señor de los anillos? Uff, yo soy la más fan, mi gato se llama Elrond
- Ah ¿sí? Qué bien...
- Sí, Elrond es el padre de Erwen, la que se casa con el rubio...
- (mirándonos a los zapatos) Eehmmm... pues van a sacar una peli de El Hobbit
- Ah sí, esa es la que Bilbo se vuelve malo y se convierte en Gollum
- No, Gollum es Gollum...
- Que no, Gollum es Bilbo de viejo...
- ¿Pero te has leido el libro?
- No, yo es que no soy muy de leer...
.....................................................................
Probebedor y probebedora se marcharon y los tres que quedamos aún nos fuímos a un garito cercano a echar las últimas cervezas.

3 comentarios:

  1. Bueeno, bueeenoooooo...

    Como decía la canción... no lo volveré a hacer maaaaaassss, no lo volveré a hacer maaaaaaaaaaas...

    Se me lió la comida con los gintonic y empalmarla con la cena no fue una buena idea.
    Aún así, creo que este viaje de 4 en el Sur el resto de Buitakos y cada uno por separado ha tenido su "noche mágica", de lo que deduzco que no debería tener ningún tipo de penalización de cara a las cenas.

    O no??????

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  2. Yo, salvo las coñas de éste post, no recriminé mucho lo de la compañia que llevaste entonces. Además, ya se sabe que todos podemos ser, llegados el punto, una mala compañia de cenas. Seguro que vosotros lo habeís sufrido en vuestras propias carnes...y yo en un día de arroces, sin ir más lejos...

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  3. Y yo opino que una cosa son las cenas buitakas y otra distinta el viaje a Andalucía. Va a haber sanción, ya me encargo yo... que parece que soy aquí el único preocupado por el tema.
    Retraso de más de una hora: ¡MAL!
    Venir sin hambre por tanto gintonic: ¡MAL!
    Traer compañía e invitarla a comer: ¡MAL!
    Que se comporte como la reina del baile donde nadie le ha invitado...

    Sanción en la próxima cena que pagues.

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