jueves, 10 de septiembre de 2009

EQUIPO JUAN -Episodio 5- "Juan, María y José"

Sexto día en Al-Andalus y el segundo en Almería.
Salida del hostal "el encantico" hacia la "Poltergeist". 12.00 p.m.
Era la jornada más importante de la Feria porque la festividad de la patrona de la ciudad se celebra ese último sábado de Agosto. Y no es por nada, pero la mitad de la población se llama María del Mar y el resto, seguro que suelen tener también muchas ganas de verbena.
El grueso del Equipo se encontraba concentrado preparando unos macarrones. Yo también me sumé...a la concentración. Para aquél entonces ya me paraba a pensar si había una seria disputa en ostentar el dudoso honor de ser una especie de marqués de la "Poltergeist" ; por un lado Javi, en su condición de lisiado con una jeta increíble a la hora de exigir favores y por otro yo, que aparecía por la caravana de manera ocasional y a mesa puesta.
Mar, superando con creces sus responsabilidades como guía local, llamó cuando repostaba gasolina para acercarnos después hielo y pan. Circunstancia memorable cuando te dabas cuenta que todos los comercios del lugar permanecían cerrados.
Comer, café y alguna cerveza. Cómo se hicieron de repente las 7 y pico de la tarde es todavía un misterio.
Quedada de nuevo en el "Lili Marlene".
Trás coger bus hacia el centro y charrar con todo bicho viviente que allí se encontraba, logramos perdernos momentáneamente por varias calles antes de llegar a nuestro destino.
La misma abuela que me comentó que me parecía a nosequién de Operación Triunfo, vino a decir que Javi le daba muy mala espina. Eso debía de ser el anticipo de lo que sucedería aquella noche...
Unas cinco horas metidos en aquél garito. Como en el anterior post mezclé fotos de los dos días, hoy me abstendré de poner más. Aparte de que las caras sospechosas de delito no enriquecerían demasiado el ya bajo concepto de humanidad que pudiera inspirar cualquiera de nosotros,
baste con una imagen para ilustrar mis palabras. No recuerdo de donde saldría el papel higiénico...Pere también trataba de dilucidarlo en ese preciso momento.
La noche cada vez se hacía más confusa. Muchas risas, si. Pero sería imposible razonar por qué...
Y una niebla espesa que se abatía sobre nosotros...
Descontando el episodio del chupito de absenta, fueron las horas más heavys que recuerdo por tierras andaluzas, con una pérdida más que aparente de la realidad. Como los putos piojos, oiga.
Javi salió a sentarse en un portal cercano de la calle. Dani le acompañaría pasado un rato.
Dani volvió, justo cuando yo empezaba a tener constancia de algo.
Salí a ver cómo estaba Javi; tan perjudicado que el mejor consejo que podías sugerirle era un "al menos apoya la cabeza contra la pared, que si no te darás un hostión elegante contra el suelo". Porque esa cabezota avanzaba y retrocedía, cómo si quisiera transmitirle marcha al resto del cuerpo, que permanecía inmóvil.
Entré de nuevo al"Lili Marlene", sensiblemente más fresco. Al poco, nos sorprendió una noticia que a todas luces resultaba una broma pesada; Javi había desaparecido.
Si no le hubiésemos visto momentos antes con la misma actividad que tendría una marioneta en manos de un perezoso, no habría sido objeto de nuestra preocupación. Como tampoco objeto de distracción para un perezoso, supongo.
Comenzó así la acuciante labor de búsqueda del sujeto por las inmediaciones.
Javi en los minutos prevíos a su extravío.
Sin resultados.
Llegamos a sospechar del portero rumano del "Lili Marlene", porque era un tipo bien desagradable. De los que no te extrañaría que ante la perspectiva de tener un borracho frente al local donde trabaja, le invitara a tomar el aire lejos de allí para después despedirlo para siempre.
Una vez nos cerciorásemos de que aquél individuo no escondía nada, y que se comportaba con la misma actitud de eunuco recién castrado con todo el mundo con el que trataba, el Equipo Juan decidió separarse para seguir peinando la zona.
Tomamos rutas diferentes.
En mi caso, no se bien cómo exactamente, terminé en "La Guarida del Metal" con Mar, trás mirar antes en dos bares cercanos, no fuera que encontrásemos tan cerca al prófugo verbenero.
Me convencí a mi mismo de que Javi se habría puesto a hablar con alguien, o al menos a intentarlo y que estaría de fiesta no demasiado lejos. O durmiendo.
La preocupación que tuviese entonces desapareció cuando trás varios intentos telefónicos, logré contactar con Ángel y me dijo que ya habían dado con su paradero.
Según sé, movilizaron a la policía y lo buscaron por separado.
Y Javi apareció sentado frente a la puerta de la "Poltergeist", con una Cruzcampo y una bolsa de Triskis. Ese tipo que no podía mantenerse en pie, andó alrededor de 45 minutos hasta ahí, para decir una vez se acercaban los otros; "¿donde estabais cabrones? Que os estaba esperando".
Y Castillo le soltó dos tortazos...
Por lo visto también, más tarde acudieron todos de nuevo a la Feria de noche.
Ver para creer. O ir ciego para tener fé en llegar hasta la autocaravana, sería a modo de resumen.
Domingo. Mediodía de nuevo. Salida del hostal"el encantico".
Mar me deja en la "Poltergeist", dónde sólo encuentro a Javi durmiendo cómo los angelitos. Con un aire inocente y despreocupado. Ella se marchaba a San José, su segunda residencia almeriense.
No era muy difícil imaginarse donde estarían los demás, seguramente el el Bar "Orinoco". Un garito acogedor muy cerca del campamento base, que nos hacía asi mismo las veces de aseo oficial del Equipo y lugar predilecto para gorronear electricidad a la hora de recargar el movil.
Incluso un sitio ideal para sacar más fotos artísticas...
Birras, carajillos, cafés, que daba igual el orden. Y rumbo a San José.
Bonita población situada en pleno Parque Natural de Cabo de Gata, y muy cerca de Almería.
Era inevitable no acordarse de la serie de "Verano azul" al circular por sus calles. Para variar y como siempre, con estrecheces. Le dimos a un coche un ligero toque bajando una cuesta, creo recordar...
Aparcamos en un descampado que nada tenía que ver con el "Yonkipur" anteriormente mencionado. Pero el mérito no era precisamente nuestro, porque hubo quien nada más llegar comenzó a elaborar unos canutos extraños. Mientras yo llamaba a casa por teléfono para indicar que aún seguía vivo, me consta que en la "Poltergeist" se estaban fumando media Jamaica.
No sabía que con aquellas sustancias se pudieran preparar semejantes arsenales; escopetas, pistolas...bigotes...
Así no es raro escuchar conversaciones en un momento dado cómo; "tío, me mosquea un poco, que antes he mirado por la ventana y no veía la farola y ese coche tan alejados...". Una suerte, que no sea demasiado tarde cuando te percatas de que no habías puesto el freno de mano...
Fué un día tranquilo. Si hasta fuímos a la playa y todo.
Sesión de relajación cervecera y con mucho caló.
Aparecieron allí también Mar y sus hermanas. Lo que siempre me llevaba a una misma reflexión; ¿pero que pensará esta gente de nosotros? Que nos siguieran hablando creo que no era una mala señal, o que aquella playa era demasiado pequeña para esconderse...
La tarde pasó fugazmente. Y esa noche nos tocaba una ocasión especial, cenar fuera de la "Poltergeist". Nuestra última gran cena.
La gente convencional imagino se habría decantado por el pescaíto. que se sabe de su fama por tierras andaluzas. Pero yo estaba de antojo total, trás tanta comida de batalla con migas, macarrones y huevos, necesitaba algo que entusiasmara a mi carnívoro espíritu y...pedazo de entrecot a la pimienta entre pecho y espalda. Me supo a gloria.

Por la noche volvímos a quedar con Mar y hermanas en un antro de corte chill out muy peculiar, pero agradable.
Teníamos intención de ir a una población próxima que tenía gran fama en cuanto a fiesta, pero mencionaron nuestras dos palabras mas temidas, "Guardia Civil". Dada nuestra condición de ilegales, y que llevábamos una semana en la que habíamos gozado de cierta fortuna con las fuerzas del orden, no era el momento más adecuado para tentar a la suerte.
Demasiados controles y ya se sabe que Castillo no había estudiado nada...
Nos quedamos en ese garito. Bueno, el resto del Equipo Juan fué desapareciendo de allí y Ángel vino a avisarme de que se iban a la playa con no se qué mozas que habían conocido de Huelva...

Alguna que otra birra y salí con Mar a una hora no muy intempestiva a buscar al batallón por la playa.
Sin rastro.
Ya estaban roncando en la autocaravana.
PRÓXIMAMENTE ÚLTIMA ENTREGA; EL EPÍLOGO...
Que sí, Mamá, que estamos bien...

4 comentarios:

  1. El año que viene, un GPS para Javilón, y unos cuadernillos Vacaciones Santillana, para mí, por si tenemos algún control.jajaja

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  2. Almeria solo hay una, VOLVEREIS!!

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  3. Si hubiese dos, a saber dónde hubiera aparecido el Javi...
    Y digo yo, ¿nos estarán amenazando?

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  4. A mi, con amenazas no. Qué vuelvo y la monto parda, que aquello no fué nada.PSsss, a mí.

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