EQUIPO JUAN - Episodio 1- "Mal avenido, Mr.Marshall"

No podría comenzar estas crónicas sin un especial desagradecimiento para una empresa en particular,Aranzauto.
Sin su cadena de despropósitos y falta evidente de toda atención hacia nosotros, éste viaje jamás habría sido posible.
Gracias Aranzauto, por hacernos crecer ante la adversidad y sacar adelante un plan de viaje que hubiese rehusado sin pestañear cualquier persona que se halle en su sano juicio.
Gracias igualmente por hacernos comprender que la ilusión de una banda de amigos por compartir nuevas experiencias y tratar de buscar el optimismo ante una jodida marea de caos total, es algo mucho más fuerte que el trabajo de una legión de ineptos que puedan estar a tu sevicio.
Acudir a por la autocaravana al fatídico concesionario, con idea de partir hacia Cádiz a las 4 de la tarde y efectúar finalmente la salida sobre las 7.30, no era el mayor de nuestros problemas.
Allí se encontraba un tipejo mezquino y arrogante. De los que transmiten la sensación de que el mundo hubiera decidido parar de repente y hubiese depositado todo su peso sobre sus cansadas espaldas. Antes de que comenzara nuestro calvario con el sujeto, ya daba muestras de ese agotamiento aparente, quejándose de que hacía muchas horas allí metido y que tenía él que ocuparse de todo, cuando curiosamente; no llegaba a nada.
Pero ese no era nuestro jodido problema. El nuestro era disponer de un vehículo de confianza para un viaje largo y habiendo soltado una pasta considerable de antemano.
Toda excusa que pusiera aquel empleado del infierno, con aspecto de Pepe Isbert, el de "Bienvenido Mr. Marshall", que se le asemejaba incluso hasta en la voz...nos sonaba a recochineo, dejadez, y como no, frustración. ¿A que nos quedámos sin viaje?- Palabra que la razón más de peso para no aplazarlo era que ya teníamos cargado el maletero de la caravana con todos los trastos.
La autocaravana que en un principio nos alquilaban estaba sin limpiar, guarrona total.
Ante las consiguientes protestas ofrecieron otra que decían estaba revisada y más que revisada.
Javi fué a abrir una ventana y ésta se cayó al suelo.
El depósito de la gasolina estaba en un tercio de capacidad.
Las ruedas desgastadas.
Con la llave en el contacto se iluminaba un testigo que señalizaba un escabroso "Control de motor".
De las dos puertas del maletero, una no se podía cerrar con llave, quedando totalmente libre su apertura desde el exterior.
Cuando se alquiló, se suponía que en su interior podían viajar 6 personas,pero en realidad era para 4. Sólo disponía de ese número de cinturones de seguridad y por extensión; 6 no podían circular legalmente. Eso si, caber, cabían...
Ante nuestras quejas el tío respondía con un "vuelvo enseguida".Pasados 10 minutos íbamos a buscarlo y lo veíamos en el interior del concesionario tratando de vender coches a clientes.
Acojonante. Se desentendía totalmente.
Si faltaba algo más para pensar que eramos objeto de alguna broma de cámara oculta, al entrar de nuevo a la tienda, encontramos a una pareja protestando por una caravana que habían alquilado con anterioridad allí, y detrás nuestro otro tipo con una denuncia en mano, con el que hablamos y que dijo haberse llevado la misma autocaravana que a nosotros nos alquilaban ahora.
Éste último incluso nos dió su teléfono para futuros contactos judiciales...
Pepe Isbert nos llegó a preguntar que qué habíamos hablado con aquel tipo de la denuncia, diciéndonos que él era quien había dañado el vehículo que nos llevábamos. Que tenían que peritarlo para evaluar los daños aún...Y nos lo alquilaban antes!!
Quien entienda todo esto, que tire la primera piedra, pero a la cabeza de alguno, pues estará libre de toda pecado...
Amén de tanto despropósito, el Equipo Juan salió rumbo hacia la incertidumbre más absoluta.

En Calatayud ya la primera parada para echar gasolina. Vamos, no me jodas...

Viaje cervecero marca Ambar excepto el que conducía, claro.

Sin novedades reseñables y acomodándonos bien a la autocaravana.La verdad es que era confortable. Ya todo un avance si finalmente nos quedábamos tirados por algún lugar de la carretera debido a un fallo mecánico.

Tal era nuestro optimismo.

Recuerdo los "hostia tú,que vamos a conseguir pasar de La Almunia" ó "Si, si, que hasta cambiamos ya de provincia y todo, y que esto sigue funcionando"...

A las 0 horas pasamos Madrid, momento en que comenzaron a funcionar los móviles para ver que localidades estaban celebrando fiestas, para hacer una parada provechosa y continuar con el viaje hacia Cádiz al día siguiente.

-¿Estás en casa y con Internet verdad? Busca en Google...

Una felicidad...Lo que sea nos vale, Extremadura, afueras de Madrid...

Alguien aportó un pueblo, Tomelloso.Y eran fiestas. Llegamos a ponernos en ruta hacia allí y todo. Una leve mirada al mapa nos devolvió a la realidad de que aquello quedaba ya por el quinto coño de nuestra,aunque dudosa, ruta inicial.

Desistimos de la empresa.

Momento en el que milagrosamente no atropellamos a un perro que pasaba por medio de la autovía. De ser así, hoy creo que no estaría escribiendo sobre ello, y no precisamente por la pena producida al atropellar al pobre animal...

Parámos para cenar en una gasolinera de la que robamos una escoba,dicho sea de paso. Que la limpieza es lo primero.

Dani dejó su puesto de conductor a Javi pasados unos kilómetros.

A falta de perro lo siguiente fué que Javi casi atropella a un Guardia Civil.

El tipo estaba en el carril de la derecha con un pirulo luminoso. Creo que Javi dudaba si estaba señalando que cambiásemos al carril izquierdo o por contra que nos metiéramos al arcén para un posible control rutinario.Un momento de duda,una mano demasiado enérgica que no sabes si indica por aquí o por allá, y un cambio brusco de repente para finalmente meternos en el carril izquierdo.

Aún puedo ver la cara de susto del pobre guardia...

Como diría Castillo; ¿Control? - Pues yo no he estudiado nada...

Seguimos hacia delante y detrás no sonaban sirenas, todo un avance, nunca mejor dicho.

Luego también conduciría Ángel.A éste no se le cruzó nada de por medio, pero no se que maniobra hizo extraña a la altura de Sevilla que nuestra autocaravana fué objeto de una sonora pitada...

Increíblemente, viaje de tirón, sin averías. Eran las afueras de Cádiz donde establecimos el campamento.Serían las 8 de la mañana.

CONTINUARÁ...