miércoles, 16 de septiembre de 2009

EQUIPO JUAN -Epílogo-

Pese a que el cartógrafo oficial del Equipo Juan era Don Pere, el aporte de la ruta que seguímos es obra de Castillo. Ilustrativo, cuando menos.
Porque el pico no se corresponde mucho, si no, la figura que se podría intuír en ese trazado podría ser la de un ornitorrinco saltando al vacío. Buscando cómo remedio el suicidio después de documentarse sobre nuestras aventuras...
San José. Serían las 10 de la mañana de un lunes soleado, cuando trás despedirme de quiénes se hallaban despiertos entre el resto de camaradas, salí en coche con Mar rumbo hacia Zaragoza. No sin antes haber comprado unos cuantos churros que dejé a modo de sorpresa en los interiores de la "Poltergeist", a sabiendas que cuando se disfrutaran ya estarían totalmente fríos. Pero es que si les hubiera obsequiado con un ramo de rosas habría quedado muy gay...
Una vez más, pero tristemente cómo última vez, salí de aquel lugar con mi peculiar condición de prófugo de la autocaravana.
Llegada a ciudad de orígen sobre las 6 de la tarde, y aún parando para comer. Importante reseñar que el vehículo no era una ambulancia, pero quien lo conducía si pudiésemos pasar a llamarla Mar Schumacher...
En Zaragoza, con la excusa de un café me bebí mi primera Export después de algunos días; me sentó mal al estómago y todo. Que cosas. ¿O sería por la conducción?
Y entonces, de repente, quedaba más lejos esa semana tan gratificante.
Las risas, los sitios, la convivencia...
Recuerdo ponerme a cenar en la cocina y hacérseme enorme. Una sensación casi preocupante de no tener que apartarme cada cierto tiempo porque alguien precisara coger una birra de la nevera o que le alcanzase unas rebanadas de pan. La soledad recurrente cuando has compartido horas y días en un diminuto microecosistema.
Normal que me llegara aquél sms de Javi diciéndome que volviera, que aquella noche me tocaba fregar a mí.
Ellos hicieron noche en Sagunto, parece ser que sin novedades.
Las vacaciones casi tocaban a su fín...
Con lo a gusto que se estaba en Caños de Meca...
El martes regresaron al mediodía. Los llamé. Acojonante; La fianza de la "Poltergeist" nos la devolvían. Nadie observó que faltara una ventana...Es una ventaja definitivamente, que te alquilen una autocaravana que estaba pendiente de peritar...Si lo sé, me llevo la nevera.
Ese martes hubo quedada en el Club social para contar a grandes rasgos nuestras peripecias y compartir el abundante material fotográfico.
Además me tocaba pagar a mí la la tradicional cena Buitaka de cada mes.
Equipo Juan y Buitakos, grandes planes para un sólo día. Un claro ejemplo del abundante material mencionado es que tenemos fotos hasta de Pepe Isbert de Aranzauto. El hombre de los sudores perpetuos, ese "cantamañanas".
Desista de alquilar cualquier cosa en Aranzauto - Jinete del viento y la publicidad gratuita.-
La habitual crónica de la cena Buitaka queda pendiente para el próximo post, que por unos motivos u otros ha quedado ya bastante atrasada...
El miércoles marché para Huesca. Pudiera decirse que a la delegación del hostal "el encantico" que se haya en dicha ciudad...
Tres días agradables e intensos.
Incluso cené en un asador argentino que debería figurar en la sección "Refugios gastronómicos", porque me encandiló. Riquísimos matahambres , la ternera con salsa de anchoas...
El viernes Don Enrique e Isaca me proponían acudir a las fiestas de Villanúa...Cómo idea era genial, pero todo tiene su límite. Tantos días fuera de casa y el lunes, que comenzaba de nuevo a currar...
Así que finde guerrero en Zaragoza.
La vuelta a la rutina siempre es mala. Más cuando repentinamente aflora trabajo por todas partes, y todavía no has digerido el regreso, que ya estás subido a una escalera y currando como un cabrón...No es justo !
O sí. Creo que si.
No es justo por ejemplo que la misma semana de la que hablo, le dé un infarto a tu padre, aunque la historia quede en susto, cómo queriendo ponerte demasiado en escena la triste realidad.
Pero sí me invita a una reflexión, hoy mismo que cumplo 30 años, quizá como un ansíado destello de madurez que quisiera manifestarse en mi ser:
Se necesitan los momentos malos. Porque si no los tuviéramos, no sabríamos disfrutar igual de los buenos.
Perderíamos intensidad.
Otra historia que me ha demostrado este viaje tan iniciático es que siempre hay que tratar de ser positivo, sean cuales sean las adversidades. Cómo decía aquél; no llueve eternamente.
Así mismo, la improvisación puede ser la mejor herramienta para la diversión. A veces vasta con saber que quieres hacer en ese mismo momento.
Y que has de tratar sobre todo y siempre de rodearte de la mejor compañía...

3 comentarios:

  1. Grandes los 6 episodios, leer todo esto me hace recordar una semana, que me costará olvidar, no se si el año que viene se repetira y de hacerlo si será lo mismo, pero por si acaso, ya tengo ganicas.

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  2. Grande es lo que dejamos atrás para recordar, pero enormes los personajes partícipes en la aventura y que nutrieron esta historia. Casi suena a parábola biblíca medio chunga, pero sabemos que es cierto...
    Espero no haber defraudado del todo en mi papel de secratrio, cuando en plena resaca anotaba frases que me sirviesen para luego rememorar aquellos instantes.

    Equipo Juan. Ver-sí-cuelo VI según San Ateo.
    O Aranzauto...

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  3. jjjejeje, muy buena crónica. Por cierto, acabo de llegar del médico porque hace como un par de semanas q me duele la pierna-culo-espalda un guevo. Resulta que tengo una lumbociática debida al gran ostion q me pegué en la caravana, en fin....q me han dejao reventao estas vacaciones pero han valido la pena

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