sábado, 18 de febrero de 2012

Conflictivo 2.0.

Almorzar en el bar chino de siempre se ha convertido en algo peligroso, casi en un acto de fé; la que debe tener uno para confíar en que no va a pasar nada raro y que sólo ha de centrarse en su propio plato y su vinico. Es complicado. Un nutrido grupo de indeseables puebla las calles.
Supongo que quien llamaría a la policía el sábado por la mañana sería la camarera, ante el acoso y la tontería de un grupillo subversivo.
Dicen que ellos sólo tratan de hacer su trabajo, pero desmotiva la conciencia, por asi decirlo, el que comprueben tu identidad por el mero hecho de estar allí, y acabar vaciando tus bolsillos en un rincón, siendo cacheado autoritariamente, para ser toqueteado, literalmente, en tus partes más nobles y como una vulgar mercancía.
Dónde comienza la legalidad y se pierden las formas, o el procedimiento, y terminar pareciendo escenas que recuerdan a otros tiempos. Aquellos que afortunadamente ya quedaron atrás, cuando a esas mismas horas tempranas de la mañana podían llenar un remolque de personal escogido casi al azar, para ofrecerles el último viaje que resolviera de forma sencilla todos los problemas, hasta las inmediaciones de tantas cunetas anónimas.

2 comentarios:

  1. Quizás es que están buscando elementos insurrectos que puedan manifestarse mañana.

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  2. Fijo. Yo creo que están elaborando informes detallados con los hábitos, ideas, etc... de todos los ciudadanos, como hacía en su tiempo la Stasi para tener todo bien controlado.

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