Pelham Grenville Wodehouse, escritor incansable y considerado por muchos como uno de los grandes humoristas de todos los tiempos.
Tuvo una vida longeva y prolífica(1881-1975) :
De familia de orígenes aristócratas (se dice, sin necesidad de ir más lejos, que en 1227, Sir Bertram de Wodehouse luchó con Eduardo I contra los escoceses. Y de hecho, "Bertram" es el nombre que eligió para uno de sus muchos personajes literarios), su obra se escenifica mayormente en el marco de los felices años 20 del siglo pasado, con multitud de personajes ávidos de distracciones o enredos, siempre ajenos a toda maldad del mundo real. Porque la literatura de Wodehouse, no exenta de ironía o sátira, se muestra como una literatura jovial, inocente. En ella no hay espacio para la pobreza o la muerte...como dijo de él Stephen Fry; "era un hombre anclado en una permanente preadolescencia". O al menos así trataba de exponerse en sus escritos. Nada puede achacársele, si cuando disfrutamos con una novela o un relato suyo, se nos hace difícil no encontrar motivos para soltar una espontánea carcajada.
Un episodio trágico en su propia vida tuvo lugar en la II Guerra mundial, cuando él residía junto a su esposa en la localidad de Le Touquet, en Francia, y fue invadida por los nazis. Tras un año en cautiverio, le exhortaron -y aquí hay controversias- a que se dirigiera por la radio alemana a ciudadanos americanos e ingleses; unos dicen que con charlas inofensivas y otros que con relatos que escribió entonces, menospreciando a sus compatriotas. A saber. Es verdad que Wodehouse ridiculizaba en sus obras a la sociedad británica, pero está claro que él trataba de hacer mofa con todo lo que le rodeaba. Lo cierto es que a pesar de contar con muchos defensores de su inocencia, Wodehouse se marchó a USA finalizada la guerra, adquiriendo la nacionalidad norteamericana y viviendo allí hasta el final de sus días.
En 1975 le llegaría el gran perdón desde su país, cuando Isabel II le otorgó el título de sir. Wodehouse falleció un mes después.A los 93 años de edad y escribiendo en la cama del hospital su novela "Crepúsculo en Blandings".
A mí me encanta Wodehouse. E imagino por sus novelas a un hombre optimista y bonachón por naturaleza. Corrosivo a veces, pero desde la indulgencia, si es que ello es posible. Con un universo cómico como legado para la posteridad, amplio y rico. Un mundo dónde evadirnos felizmente del otro real y que ya de sobras conocemos.
"Sólo hay un remedio para las canas. Lo inventaron los franceses. Se llama guillotina" (Wodehouse).
Adjunto un link de una web en español, de entre sus muchas páginas de fans por el mundo :
Y uno de mis relatos favoritos, facilitado por mi gran colaborador, Potro del Cierzo (...), en formato Doc o PDF, como gusten de hacerlo y de disfrutarlo. "Las excentricidades del tío Fred" :
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