Fútbol es fútbol.Una expresión tan idiota como perseverante, pero que comparto.
Te puede gustar semejante deporte. U odiarlo, o tratar de comprenderlo, muy a tu pesar...
Hace tiempo que dejó, creo, de ser el opio engañoso del pueblo. Mussolini con su "Vencer o morir", Hitler con su olimpiada aria contra el mundo. No hace tanto que la selección
de Iraq sufrió las consiguientes torturas por no lograr una clasificación...
Cada política, su región o país, con un balón entre los pies, demuestra simplemente su orgullo recalcitrante. Sus ganas de verse contra el mundo. Pienso que un orgullo sano y lícito. Más allá de los indeseables de turno, aquellos que si del juego propagan ley, con su apestosa influencia, debieran de delimitarla con intransigentes áreas, pero en su penal.
Nigeria, según su presidente, "Deja de participar en cualquier torneo internacional durante los próximos dos años"...Por bajo rendimiento en Sudáfrica.
La Francia calamitosa, la Italia impotente, el Brasil derrotado mucho antes de hora, ¿alguien puede pedir más ?Si por mi fuera, y ante la celebridad que abre este post, cambiaria a Manolo el del Bombo por la señorita del Paraguay, Larissa Riquelme; que por afición, ahí aseguraría nos ganan por goleada...
Un Mundial para enmarcar, a mi juicio.
La tensión propia, el fracaso, la inutilidad...
Sólo el hecho de que España ganando el
Mundial, se lleve 100 millones de pesetas por barba, empaña mis deseos. Los enturbia considerablemente.
Tampoco me sirve de nada un Paraguay, como país, sacando en prensa titulares tan idiotas como "desde 1492 esperamos la venganza", para tener claro que, simplemente, el fútbol pasa por los pies, seguramente mucho antes de hacerlo desde las propias cabezas.
Garrulos balompédicos existirán allí, y no es dificíl encontrar, a medida cruces cualquier charco.
Como hace días que no aportaba nada por aquí, facilitaré una bonita historia, entre comillas.
Creo que representa bien la asociación político-deportiva de quien se empeña en ensalzar una nación por deméritos propios.
El malogrado "Mozart" austriaco del fútbol. Me consta que sin ser judío, en aquellos tiempos problemáticos, simplemente, trató de regatear a su destino. Pero su marcaje debió ser demasiado expeditivo...
http://www.youtube.com/watch?v=rcB8Heeh5XQ
http://www.publico.es/deportes/126556/gol/irrito/hitler
El caso es que en unos sitios dicen que el tipo era judío y en otros que no, así que no lo tengo nada claro...
ResponderEliminarEl caso es que después de ver tu post me doy cuenta que me gusta mucho el futbol, XD.
ResponderEliminarNo soy futbolero, de hecho jamás he pisado un estadio de futbol, sin embargo no puedo dejar de sentir un cierto orgullo cuando mi selección o el equipo de mi ciudad gana un torneo.
ResponderEliminarEl otro día me sorprendí a mi mismo berreando como un poseso tras un gol de la selección, pero es que la situación lo requería. Somos la única potencia futbolística que jamás a ganado un mundial, y ya toca.
Amigo jinete, el futbol no se, pero las pelotas le gustan mucho a todos los tios!!! Aprovecho para hacer cuñita publicitaria del blog de nuestro grupo de "Piromusica", bailes y demas!!
ResponderEliminarhttp://gordobordon.blogspot.com/
Publicidad bien recibida, amigo Scotty.
ResponderEliminarAl hilo del Mundial, que gaitas; ha ganado el equipo que más méritos fue acumulando, el de mayor humildad (no así la prensa...) y el que ha mantenido una filosofía de fútbol admirable e imperturbable.
Yo también lo he gozado.
Aunque casi me entre la risa viendo algún coche pasar antes de la final, con ventanillas bajadas y banderas al viento con el himno a todo trapo, comparable a la estupidez de no se qué político catalán que antes de la final declaraba: "Yo quiero que gane el mejor, Holanda o España me da igual".-Hace falta ser capuuullooo.
Lo mejor de la selección, aunque a muchos les joda, es que, como muy pocas cosas, termínan uniendo a un país.
Ojalá resucitaran a Hitler sólo por unos minutos y le dieran los datos de la actual selección germana. Vería inmigrantes turcos, serbios, polacos, ghaneses,españoles... Ese ataque de incredulidad que le causaría, y la sensación de que lo que hizo no sirvió para nada, eso, no tendría precio.
El fútbol se supera ante la estupidez humana, no tengo duda.