Pollo a la carta.

A la vuelta de la esquina, la época del año en que la gente se propone tantas nuevas metas para el próximo. El acostumbrado y casi irracional deseo de mejora que nadie cumple, el falso sentimiento de solidaridad que magnifica aún más y siempre que puede, la Coca-cola.

Cuando la sensación de vivir deja de ser slogan y se convierte en la realidad incierta que puede atisbarse desde la pobreza; la sensación de que formas parte de este mundo, aún cuando distan tanto las condiciones de cómo hacerlo.

Un corto del director filipino Ferdinand Dimadura, que nos puede servir de tarjeta navideña para nuestras banales pretensiones. Premiado hace tres años en el Festival de Cine de Berlín, y recientemente en el Culture Unplugged Film Festival.

Un regalo que da bastante para pensar, de parte de aquellos que no tienen nada.

"Chicken a la Carte" :