viernes, 30 de octubre de 2009

Todos tus muertos

Los fieles le llaman el día de Todos Los Santos. La gente más sencilla y de a pie, que normalmente tiende a estar más cerca del suelo que de los cielos, y de entre los que me considero, renegando a toda fé ciega en algo que jamás ha sido palpable, pienso que podemos tomarnos la libertad de decir que es aquella fecha en que honramos a nuestros muertos.
Así, a secas. Porque somos gente de la calle, sin más. Manda huevos, que el Papa que promulgó que servía este día para "compensar cualquier falta a las fiestas de los santos durante el año por parte de los fieles" fuera el cuarto de los Urbanos. Pues que "feliciudad"...
Para mí, es de las pocas celebraciones cristianas que le encuentro en algo la gracia. A pesar de que, como todas, esté tomada de ancestrales tradiciones y pertenezca a un acto de unificar todas las creencias en una única y jodida maza.
Es mi opinión. Pero mejor que calle, como diría Urbano.
El caso es que ayer tuve un sueño muy extraño.
A grandes rasgos, soñaba que me encontraba en mi pueblo, con mis padres y hermanos.
Alrededor de nosotros, que estábamos situados torno a una mesa, yo veía a no pocos familiares fallecidos en un espacio de tiempo inferior a cinco años, también ocupando sus respectivas sillas y mirándome, sonriéndome, no se si comentaban también algo.
Recuerdo que le decía a mi familia "viva"; ¿ De verdad no los veís ?. Os juro que no estoy borracho...
No recuerdo los detalles, pero si la historia real, fuera del reino de los sueños. Que aún siendo ya de una edad avanzada, murieron dos tías y dos tíos míos en esos míseros cinco años. Que en mi sueño también se encontraba otra tía que falleció cuando yo era pequeño.
Que me desperté muy triste. Sintiendo que ese periodo en mi vida, de tanta pérdida de seres queridos, fué cómo un ultimátum a la inocencia. Cómo si me hubiesen ofrecido una baraja de cartas imaginarias para que cortara a mitad, y que me diera cuenta y fuese consciente que, aún existiendo cartas buenas y malas a ambos lados, siempre con ese truco, la de debajo del todo, será la misma. Irremediablemente.
No se si suena profundo o a estupidez suprema, pero fué mi pensamiento al despertar trás el sueño. La baraja imaginaria con el truco que sólo puede sorprenderte en sus inicios. Pero que sabes por desgracia, cúal es su desarrollo.
Sin saber muy bien que coño es lo que trataba de contar hoy por aquí, resumiré diciendo que aunque el sentido religioso, se lo pueden meter por donde les quepa, me parece una jornada casi mágica, en la que creo que es bonito acordarnos de quien ya no está aquí con nosotros. Nada más grato podemos hacer hoy con esas personas que honrarlas con nuestro recuerdo.
Inmortales en nuestro pensamiento.
Si eso mismo le sugiere a alguien que quede en éste mundo, cuando nosotros partamos (no las barajas), será que algo hicimos bien en vida, definitivamente.
Por dar un toque de humor, que mejor que enlazar con la única revista funeraria de España :
http://www.revistaadios.es/index.asp
Y de la que tengo enorme curiosidad por ojear.
Para no perderse su concurso de relatos entre los lectores, llamado "Tanatocuentos"...

2 comentarios:

  1. Hola, vengo de Zona de Neuronas. Queríamos saber si quieres seguir colaborando o te borramos, porque hace muchos meses que no posteas ni dejas comentarios. Por favor, dinos algo en el plazo de una semana o procederemos a borrarte.

    Gracias

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  2. Eeeeeh, empanao.
    Me he ido la noche de Halloween a Brujas (Belgica).
    Manana martes cena, y me toca a mi.
    A ver si busco algo...

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