Pero es lo que hay.
Creo que peco de coger la primera idea que me viene a la mente y supongo que soy poco metículoso para desarrollarla.
Que termino alejándome de la propuesta inicial. Que mi imaginación va dando giros sobre la marcha y que casi con total seguridad... no tendrá nada que ver con el ejercicio a tratar esta semana.
La base era :
La propuesta va encaminada a que ayudéis a vuestra voz a salir al exterior para que ella,
a su vez, os ayude a contar la historia que queréis contar. Se trata esta semana de
escribir un relato en segunda persona. El discurso ha de ir dirigido, pues, a alguien, a un
tú determinado, con nombre, apellidos y D.N.I. Y ese alguien ha de ser el protagonista,
el actor principal. ¡Ah! No vale acudir al fácil recurso de la carta. No. El texto se debe
justificar por su mismo contenido.
Habéis de poner especial atención en que la voz suene natural, en que tenga un matiz
afectivo inconfundible (enfado, reproche, cariño...), y en que se haga verosímil el hecho
de estar dirigida a determinada persona. Daos cuenta también de que, al estar expuesto
en segunda persona, el discurso se ha de aproximar al lenguaje oral, aunque no tanto
como para que se convierta en un diálogo.
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No se si alguien leerá esto, tampoco creo que merezca mucho la pena, pero bueno, cómo siempre digo; hemos pasado un ratico entretenido.
La antiliteratura, en el Blog de Jinete.
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Sino me lo llega a contar alguien como Iñigo, te aseguro que no me habría tragado la historia de aquella noche. Pero ya sabemos de sobra que nunca fantasmea, ni tampoco le gusta adornar mucho sus explicaciones. Supongo que es tan sencillo o simple como tú. Hay veces que os sienta mal cuando os lo recuerdo, pero es que es cierto; se nota que sois de pueblo.
Y de pueblo pequeño.
Pónte cómo quieras, pero decididamente, la ciudad se te ha hecho demasiado grande.Que si vas a una zona que ya conoces, que aún debes conservar un par de amistades de cuando crío ibas por allí cerca al colegio... Ojalá fuese yo tan optimista. Bueno, por así decirlo, porque la palabra que te define es simple. Vamos, que cualquier día podría imaginarte preguntando en el centro de Madrid por la casa de tu tío Agapito y con toda la naturalidad del mundo :
- ¿Cómo no lo vas a conocer?. Si hombre, Agapito. El manco que era panadero antes en Hinojos del Fresnedal.
Créeme, después del día que me comentaste que no encontrabas alojamientos típicos en Nueva York, "con todo lo grande que debe ser aquello", cuando te limitabas sólo a buscar en Google -Casas rurales Manhattan-, es lo más estúpido que he escuchado sobre tí. Menos mal que al final no pudiste tomarte esas vacaciones. Seguro que te hubiera dado por coger un taxi y que te llevara directamente hasta allí. Espero que no te enfades con mis exageraciones,pero no es para menos.
A mí lo que hagas con tu vida me da igual. Mejor dicho, lo respetaré.
Sé de buena tinta, también por Iñigo, lo de vuestras andanzas por los puticlubs de carretera en las inmediaciones de Hinojos. Hasta trato de entender cuando decíais que sólo hay dos y que ya cansaban. No estoy tan versado como vosotros en la materia, pero creía que a las muchachas las iban rotando en esos sitios. Me queda claro pués que vuestra conducta responde más bien a un afán de aventura. Pero tendriaís que haberos informado antes un poco, en todo caso.
Iñigo me lo dijo de pasada el viernes :
-Mañana nos vamos a Zaragoza, a hacer "el cabra".
Ya imaginaba yo entonces lo que podía significar en la práctica aquél símil con el animal cornudo...
Tengo el periódico del miércoles, aquí conmigo, porque la curiosidad me ha podido :
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TETAS HOLD'EM.
Strip poker.
La magia del juego y la fantasía del sexo.Llévalo hasta las últimas consecuencias...
La exuberancia de los grandes pechos. Darna,Iryna y Sheila. Para tí...
Único finde en Zaragoza.
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Un número de teléfono más abajo, al que me consta que llamasteís, y que previo pago de una pequeña cantidad a una cuenta bancaria, reservasteís así tan maravilloso plan.
Mira que hay anuncios de contactos y cosas por el estilo y tuvisteís que elegir el que sonaba más extraño.
"Único finde en Zaragoza". Por el amor de Dios, si suena a reclamo de circo.
El payaso si lo hicisteís pero bien.
Iñigo me habló de un parque muy cerca de tu vieja escuela. De unos locales próximos que parecen abandonados y a los que accedes bajando unas escaleras. Creo que sé cuáles son; los suelen alquilar cuando son fiestas en la ciudad para chavales que los convierten en peñas. No creo que tengan nunca mayor función, aparte de la que le den los cuatro yonkies que puedas encontrarte a sus puertas y en días no festivos. Claro, que a mí tampoco me preguntasteís antes si el lugar ya era sospechoso.
"Llévalo hasta las últimas consecuencias"- Queda patente vuestra casi plena involucración con el sexo. Desconozco a que puede sonar "strip poker" en mentes que difícilmente pueden pasar de la hazaña que supone la primera ronda de guiñote en el campeonato anual de Hinojos.
-Si, me debieron explicar algo por teléfono, pero cómo esa tarde ya íbamos "contentillos" no me enteré mucho de lo que me estaban contando. Hicimos el ingreso al día siguiente y a esperar que llegara el fin de semana.
Tu amigo del alma me dió a entender de esa forma que elude las responsabilidades.
Al gorila que custodiaba la entrada del local, lo describía como alguien del Este. Para mí, toda una incógnita tratándose de vosotros. Tengo un largo margen de maniobra ahí; igual puede ser de Lérida que de los Balcanes. Sólo puedo tener la certeza de que era del Este de Hinojos. Eso sí, me apuntaba; "un acento extraño". Y eso sí, os apuntaba, con aquella metralleta hasta que por fín comprobó las identidades. Se me hizo raro que Iñigo se explayara con otro detalle; llegó a decir que creía que el arma en cuestión se trataba de una "Uzi". Lo recordaría de alguna película, pienso yo.
-Unas tías estupendas, las que salían en el anuncio. Jugaban también a las cartas.Iban y venían, traían copas,nos acariciaban, sonreían...
Parecía que se le iba a caer la baba, pero entonces me habló del resto de gente con la que compartiaís mesa y se mostró más cauto. Sobre todo al recordar a los seis tipos que permanecían de pie observando cada mano del juego y sin mediar palabra.
-¿Llevaban también Uzis, Iñigo?
-Pues no sabría decirte...
A todas luces, una variante curiosa la de aquél juego. Las chicas exuberantes no jugaban todo el tiempo, pero cuando lo hacían, ganaban. Y ninguno de los allí presentes protestaba ni veía nada replicable en ello. Es más, eran las únicas que se despojaban de algo de ropa, pero cuando eran sus cartas las triunfadoras.
Me comentó lo mal que pintaba el asunto cuando pillaron al tipo ese, que al parecer hacía trampas y que dos de los guardianes se encargaron de trasladar a empujones a otra habitación. Ya no supisteís de él en todo el tiempo que duró la partida.Fué justo cuando empezasteís a buscaros entre miradas nerviosas y a temer por la dinámica real de aquél "Strip poker". A la vez que os disteís cuenta que vuestros fondos disminuían. Que lo perdiaís todo. ¿Con 300 o 400 euros salisteís esa noche? No recuerdo ahora el dinero que me dijo. Si que mencionasteís algo acerca de retiraros y que en ese momento por fin os explicaron bien las reglas del juego.
En contra de vuestra voluntad, os acompañaron dos de aquellos gorilas del Este de Hinojos al cajero más cercano para sacar dinero. Sin saber cómo, habiaís adquirido una deuda. Y debiaís de seguir jugando.
Al regresar al local, comprobasteís que de las tres chicas sólo se encontraba ahora una en la mesa. Y faltaban además dos de los participantes. Si, los que más pasta se habían dejado o perdido.
Más tarde ocuparon de nuevo sus puestos.
Si ya de por sí, eraís dos completos idiotas que habían renunciado a la perspectiva de tener sexo en aquél lugar y aquella noche, ahora encima apostabaís lo mínimo posible en cada mano, intentando finalizar la velada dignamente, sin tener que tratar de conseguir más dinero o empeñar cualquier cosa de valor que pudieraís llevar encima. Todavía os quedaba el coche.
Iñigo me contó que no quiso avisarte cuando a espaldas tuyas, retiraban una alfombra enrollada del cuarto dónde una hora antes habían trasladado al tramposo. Aunque poca importancia tenga ahora mismo.
Tú seguias desvíando hacia Iñigo miradas nerviosas, deseando que terminara de una vez por todas la maldita partida.
Complicada se me antoja una excusa para tu mujer.
-Esta noche iremos a Zaragoza a tomar unas cervezas- Dijiste, según Iñigo.
Tanto dinero extraído del banco, la desaparición de tu coche...
Tu orgullo o temeridad, que no sabría cómo calificarlo, cuando uno de los gorilas y dando por terminada aquella funesta noche , se dirigió particularmente a vosotros y anunció:
-El resto creo que ya conoce bien las reglas. Salid a la media hora de que nos hayamos marchado.
Si, tu orgullo herido, tu absurda temeridad. Tus pasos espontáneos y precipitados al poco rato de cerrarse la puerta. La descarga que siguió nada más la volviste a abrir...
Perdona si te he molestado en algo, necesitaba sincerarme contigo. Te dejo, que se acerca tu mujer.
Descansa en paz, amigo.
Fuera de este post, nos tienes abandonados jejeje, es broma campeon sigue con tu blog a tu marcha
ResponderEliminarFuera coñas, mi próximo simulacro de relato será sobre los Buitakos.
ResponderEliminarEse pueblo, siempre noble, aunque celoso y no exento de rencor...
Jinete nunca renunciará a su pueblo...
La cena de hoy, demasiaóó :)
Miedo da si de los Buitakos vas a tratar.
ResponderEliminarAnda, un comentarista nuevo. Ahora que parece que los Buitakos me quieren dar algo la espalda por mi pertenencia itinerante al "Equipo Juan"...
ResponderEliminarBienvenido seas !!
Algo me da que no es tan nuevo
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