lunes, 17 de agosto de 2009

Dragones, roquetas y taxistas

Las vacaciones planeando sobre el horizonte.
Menos de una semana.
Ay...
Después de sobrecogernos con la noticia de que la autocaravana que en teoría, ya estaba preparada para nuestro viaje a Cádiz, se había averiado misteriosamente en Holanda, parece ser que finalmente podremos contar con otra para el iniciático viaje.
Como iniciática debió de ser la experiencia del dueño del vehículo inicial por la tierra de los tulipanes. Ya se sabe que clase de sustancias son relativamente fáciles de conseguir por allí, y la responsabilidad que implica tener algo apalabrado, una fianza previa entregada y que luego fallen así las cosas.
Imagino al tipo en cuestión firmando contratos entre chupadas de cachimba y poniendo rayas ahí donde debieran figurar puntos... Que de sutura se los iba a dar yo.
Pero no importa. Ante la adversidad, ponga en su vida otra autocaravana.
Menos de una semana...
Finde en el que nos quedamos en Zaragoza como medida de relajación. Y una leche, por supuesto.
Un viernes bastante guerrero, un sábado nostálgico pero no exento de juerga y un domingo peleón como cartel de fiestas.
Pero la de traca no fué la del último día si no la del primero; que dos individuos que no son perfectos desconocidos para tí, (...) una mañana apacible de sábado, arranquen un cacharro electrónico de esos que llevan los taxis y que muestran con números las tarifas que aplican, no parece ser muy civilizado. Genghis Khan seguramente les habría abroncado por su acción...
Pero no seré yo quien haga juicios de valor ni reprima ciertas conductas.
No en vano mientras escribía ahora estas palabras llamaban a la puerta de mi casa. Se trataba de un tío que decía ser de una ONG, con unas gafas que parecía que le superaran y un aspecto de ser a las claras un perfecto pesado.
Le he dicho que no quería nada, que ya tenía de todo. Expresión que tampoco creo que suene tan cruel si se dice a puerta cerrada y tu interlocutor abandona entonces su tarea con resignación. La cosa cambia cuando has decidido abrir la puerta sin mirar y la has cerrado tras soltar la frase.
A pesar de la evidente falta de ética por mi parte, no era nada personal. Es un estar un poco cansado de vivir en un lugar céntrico y que a todas horas te visiten en casa gentes con ganas de soltar su discurso. Que me llamen poco convencional, pero para asuntos de esta índole, siempre me han gustado más las cartas.
Desde luego, si tenía el hombre una lista de aquellas en las que dejan las referencias para futuras visitas, ahí me habrá marcado como "Intolerante con el itinerante", no me cabe duda.
Así que, aunque en desacuerdo con lo sucedido con la "simplificación" del taxi (palabra que cuando menos sirve para suavizar el tema), no me parece buen momento para tratarlo aquí.
"Siempre he querido tener uno de éstos" se podía oír esa mañana mientras el otro tipo arrancaba el cable, desmontaba el cacharro y tocaba correr.
Insensatos. Seguro que no existirá algo que le pueda joder más a un taxista que le hagan eso y encima huír a la carrera...
Aunque ejercer de taxista en Tarifa, de primeras también suena a recochineo.
Menos de una semana...¿ves? Todos los caminos me dirigen a Cádiz.
Meter el cacharro en una bolsa encontrada en un contenedor, al menos ahí si me pareció que hacían lo más apropiado.
En esa tesitura me hallé de forma tan accidental y repentina, como testigo de privilegio de un par de tipos dispuestos a hacer el cabrón.
Luego vino el almuerzo tradicional en el garito de chinos. Y no podía dejar de pensar si el pobre hombre del coche simplificado se daría cuenta de que le faltaría algo, o si su mosqueo llegaría rato después, cuando andara apatrullando la ciudad y fuera consciente, no sin cierta sorpresa, de que aquella mañana no le pararía ni Cristo, por tener el vehículo tan camuflado...
Pienso que la calle respiraría con alivio cuando después del almuerzo nos retiramos para casa.
Y Jinete saludó a padres en el hogar anunciando el mediodía...
Lo que supuso no acudir a una intensa jornada de rancho que teníamos acordado el sábado en Villamayor.
Me consta que si fueron 10 o 14 Buitakos, pero Jinete, de nuevo en su papel de impresentable, faltó a tan distinguida cita.
Pero aún quedaba otro evento a celebrar, pensé al despertar a las 7 de la tarde, tras serios conflictos para conciliar el sueño; no causados por la "simplificación" mencionada, si no por el calor. Joder que calor ha hecho éste finde...
Aquella noche en el Juan se conmemoraba la muerte de Elvis.
En realidad dicha celebración tendría que haber sido al día siguiente si nos ceñimos al calendario real, pués fué un 16 de agosto.
Acudir allí un melenudo en una jornada tan festiva como es el día 15, a pesar de que indiquen que a partir de las 0 horas ya tenía su lógica la fecha escogida... Normal que yo comentara que allí me encontraba para celebrar que por fín moriría "el Rey" al día siguiente. Pero era una broma.
Siempre he sentido gran respeto por él. Toda su trayectoria y los 75 discos de estudio lo avalan. Y que fuera lo único que me dejaba escuchar mi padre cuando de pequeño montaba en el coche familiar, con la apreciación de "ésto si, pero no me pongas música de esos que gritan...", también me ayudó mucho para hoy tenerle cierto aprecio...
Fué una noche en la que estuvimos a gusto, a pesar de que no sonara el "Love me tender" o el "One night". Ésta última siempre me ha parecido un temazo.
Llegó un momento en que la ecuación era de canción pasable o buena/canción moñas, pero creo que no di muestras de sopor o algo parecido. Por eso me extrañó que Mariano dijera a mitad de show que me pusieran una canción de Rata Blanca, como así fué. Para un día que no doy mal pidiendo música...
Un buen ambiente con los parroquianos de siempre, en definitiva.
Nos dieron las tantas en otros bares. Hubo también almuerzo en garito de chinos y los más valientes, carajillos bien entrada la mañana. Bueno, mediodía otra vez.
Dicho sea de paso, también ha sido un finde con una rara sensación en mi ser.
Casi hasta he creído comprender esa ñoña expresión de tener "mariposas en el estómago". Por momentos parecía que quería asimilar semejante término para lo que me ha venido sucediendo últimamente, pero somos lo que somos y esa frase es una mariconada, así que en mi caso será tener "un jodido dragón de Komodo en el puto esófago"...
Pero esa es otra historia.
Menos de una semana...
Vacaciones.

2 comentarios:

  1. la verdad es que ha sido un finde muy completo, el miercoles: striptease en Huesca, el viernes: un taxista que no nos combra la carrera y nos regala un bonito adorno para mi estantería y el sábado: noche repleta de musica de Elvis y felicitaciones de boda,jjaajajaja.

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  2. Y yo que había guardado tu nombre en el economato...

    En el hilo que hablábamos en el Facebook, de los criterios extraños en las búsquedas...(quien lo dude que busque "Jinete" en Google, pulsando el "Voy a tener suerte").
    Pues prueba a realizar otra búsqueda de esas sólo escribiendo "cacharro taxi", por ejemplo...
    Me acojono

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