Sencillo. Trás estar este fin de semana en Ribadesella, en su 73 edición del famoso descenso del Sella, la imagen puede despertar la misma familiaridad para mis recuerdos.
Una delegación de la tribu Buitaka viajó hasta el lugar y...no vímos una puta piragua. ¿Realmente existe aquel río?
971 participantes dicen las crónicas que estuvieron dándole al remo por allí.
Nos lo creeremos.
Aquel pueblo era un gigantesco hormiguero en el que abundaban las barras en la calle, las ganas de jarana, y en donde plantearse tomar la noche con cautela era la más inverosímil de las utopías. Mientras intento recuperarme del evento de las embarcaciones fantasmas, dejaré en el blog alguna instantánea.
Cuatro individuos, cuatro cámaras. Hay que joderse todo el material fotográfico que se puede reunir.
La última, la del Isaca. Creo que es la única que no está retocada con el Photoshop, de ahí que en el resto se aprecie cómo el líquido acierta a caer en el vaso.
Importante también la expresión de mandril que puede apreciarse trás su espalda...
Importante también la expresión de mandril que puede apreciarse trás su espalda...
Éste nos dijeron que era cubano y asturiano en adopción. Creo que sólo nos servía a nosotros así, desde lo alto. Seguramente por el ridículo que hacíamos espantoso a la hora de escanciar la sidra.
Momento fabes.
En la barra de la "Blossom". Así bautizamos a la camarera del lugar, que era uno de los puntos de encuentro en caso de pérdida o deterioro...
A Don Enrique le parecía un tipo muy entrañable. Una infancia difícil, supongo.
Con la fauna de la noche.
Es que ya era la 3º vez que le dije que no quería flores.
Sábado noche, medio tajada ya y lloviendo insistentemente. Una mujer parada en medio de una plaza cuando todo el mundo se ponía a cubierto...La pregunta era evidente; ¿Estaís rodando algún anuncio o haces de contacto para un agente secreto?
En el chiringuito de playa yacía un borracho. Pero había mucha , pero que mucha gente, dispuesta a incordiar. Entre ellos puede distinguirse a Kike. Cuando el tipo de la cogorza rampante se despertó, sólo estaba Don Enrique a su lado, quíen le había puesto un cigarro en la boca y otro en la oreja. El primero se le cayó del susto, a lo que nuestro amigo le inquirió; "Debes de tener otro detrás de la oreja"...
Anda que no os lo pasáis bien!
ResponderEliminarYa he votado tu blog, guapetón.
Muchos besos
jajaja.
ResponderEliminarNo, particularmente es que no he puesto las fotos en las que se me veía con cara de amargura, y que otros decían que iba ciego, pero yo llevaba un sufrimiento encima...
A ver si nos vemos, hermosa, que ya hace días...
You have really great taste on catch article titles, even when you are not interested in this topic you push to read it
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