Gratificante el finde pasado en Toledo.
Bonita ciudad. De esas en las que paseas despreocupadamente, dejándote envolver por su ancestral y monumental historia, y que por insignificante que sea cualquier rincón de sus calles, parece como si quisieran expresarte desde su revelador silencio, el paso de un tiempo que afortunadamente en esencia y obras, ha conseguido salvaguardar su impronta hasta llegar a nosotros. O al menos, así lo veo yo.
La ciudad Imperial.
Tierra celtíbera que poblaron los carpetanos. La antigua capital del Reino visigodo, el centro de la siempre bélica Taifa de Toledo, después sede de los Reyes Católicos...
Circunstancias más recientes como su saqueo por parte de las tropas napoleónicas durante diez días sin descanso ni piedad, o la resitencia del Alcázar al inicio de la Guerra Civil, que adquirió tal importancia que el ejército franquista convirtió en mito y en un ejemplo casi legendario para con su lucha, aportan todavía más riqueza al legado histórico de la ciudad, si es que eran pocas sus referencias.
"La Ciudad de las Tres Culturas", bella expresión pero que creo que encierra principalmente un reclamo para el turismo. Cierto es que a lo largo de los siglos convivieron judios, musulmanes y cristianos en el lugar, pero supongo que responde la idea que sugieren a un estereotipo, a una representación idílica, como sucede tantas veces. Y que una etnia u otra siempre se esforzaría por tomar el control de la situación, independientemente viviesen en la misma ciudad, la sangre iría del mismo modo por barrios. Como con otros lugares, imagino también sería testigo su judería de represalias cristianas o de degollamientos por parte de musulmanes con estos últimos ante el menor acto de rebeldía, y porque no, a la salida de la iglesia. Porque la historia siempre estará más descrita con sangre que con palabras, contrariamente a lo que nos quieran hacer entender.
Ello no impide que nos podamos imaginar en otro tiempo a gentes de distinta procedencia cerrando un buen trato en la plaza Zocodover, o a una pareja de la misma condición quedando en los aledaños de la puerta Bisagra y de manera furtiva... Porque es realmente fácil llegar a esas ensoñaciónes al caminar por sus empedradas calles.
En la actualidad bien pudiera ser "La ciudad de las dos culturas" si nos dejamos llevar por la magia de la instantánea. La mezquita del Cristo de la Luz, de construcción musulmana, asediada por vallas y andamiajes de nuestros contemporáneos :
La mezquita, construida en el año 999, se sitúa en el barrio de San Nicolás, junto a una de las puertas de la ciudad.
En Toledo son todo cuestas, pero sin ellas, perdería algo de su encanto.
El tramado de sus calles puede resultar laberíntico. Es sencillo desorientarse en algún momento y tender a pensar que el centro urbano es más grande de lo que parece...
Allí estuve con Mar, que tenía examen de oposiciones.
Cenar el viernes era una tarea complicada. Los lugareños al parecer lo hacen demasiado pronto y a las 23 horas tuvimos que conformarnos con una pequeña cantina. Buena comida, eso si; se pasan cuatro pueblos a la hora de meter especias... Cecina y ciervo.
No tengo una opinión altamente fundada de cómo es la gente de Toledo. A grandes rasgos se me presentaron algo exentos de gracia, por así llamarlo, y sólo parecían sonreír abiertamente los comerciantes, sea o no una casualidad, cierto es que tampoco tuve amplia relación con ninguno de sus ciudadanos. Así que tampoco quiero formarme una idea falsa.
Pero gente rara había para aburrir, a sabiendas de que esa misma impresión causaría el melenas que escribe estas líneas, porque por allí las personas de pelo largo pudiera decirse que están bien miradas, no tanto como por su apariencia si no porque es lo que suscitan cuando se posan tantos ojos encima.
En honor a la verdad, que me pareció una ciudad bastante pija en la actualidad, al menos su centro urbano. Con pubs de esos que parece que los acaben de inaugurar, de cuadros moñas adornando sus paredes, sillería de cuero y con detalles de diseño.
Personajes que creías eran sólo producto de factoría "Sensación de vivir", allí eran de carne y hueso.
Un hecho verídico es que estando en un sitio de aquellos y escuchando sin querer una conversación de fondo, creía que mis oídos eran testigos de una genial imitación, de algún personaje al que estaban ridiculizando. Cuando me dí cuenta de lo que se alargaban esas explicaciones, no pude evitar girar la cabeza y...Hostias. Era real. Tres individuos que acongojarían al mismísimo Boris Izaguirre en cuánto a ademanes, formas y verborrea con la palabra. De peinado que se antojaba esculpido, las camisas más horteras existentes en el mercado y ese hedor característico que desprende la persona que piensa que la colonia es más agradable al olfato si se la aplica en cantidades industriales.
No pensaba que en Toledo fuera a encontrarme tanto "ente" así. No sé, siendo que a una puerta le ponen de nombre "Bisagra" y que el río que rodea a una ciudad famosa por sus espadas sea el "Tajo", joder; me los imaginaba más prácticos.
Si Leovigildo levantara la cabeza...Para que hablar, seguro que a gente así, oír que alguien cita a Recaredo, pensarán que se trata de algún chico de los recados. Y que Wamba les suena a discoteca de moda.
El sábado estuvimos con unos conocidos de Mar de el tremebundo mundo de las oposiciones. Gente agradable, eran de Valencia.
Y en Toledo que se celebraba el típico concurso de tapas... Sí, nos pusimos hasta las cejas.
La cena de picoteo hasta que se transforma en juerga.
Tapas muy elaboradas (sólo faltaría que no estuviesen pijos en ese sentido).
Manda cojones que una tapa que consistía en carrillada de cerdo con helado de vainilla (todo junto) me encantó.
En éste bar de arriba, la mujer parecía preocuparse cuando le apuntábamos que su tapa estelar sabía a callos. Vale que fuera una parte muy apreciada del ciervo, pero cojones, que sabía a callos de ternera y con chorizo...Ahí probé una rica cerveza toledana cuyo nombre no recuerdo, parecida a la Voll Damm, antes de que confundiese el botellín y le añadiese Estrella, claro...
Un garito "normal" argentino donde nos atendieron muy bien.
Lo que yo pensaba que era sólo leyenda; Toledo tiene escaleras mecánicas para subir a la ciudad. Sabiamente camufladas en el entorno de la muralla. ¿Tal magnitud de obra, quizá impulsada por algún pijo? (...)
El resto se fué a descansar bien entrada la madrugada, que a las pocas horas había examen. Que sensación más buena esa en la que eres consciente que tú estás de fiesta total...
Estuve con Mar en un garito Heavy (creo que sólo existe ese) para tomar la última ronda antes de retirarnos, y justo después de confundir otro, injustamente bautizado como "Camelot", con panoplia medieval en su fachada y todo, y que dentro era un auténtico nido de "entes" anteriormente mencionados.
Domingo de examen para muchos y de amplios paseos en mi caso, inspeccionando a fondo la ciudad.
Las últimas horas para cautivarme por aquellas calles y de terminar comprando esas chorradicas que tanto te gustan y que luego sabes que quizá te arrepientas. Las tiendas son un hervidero de emociones si te encantan las espadas, escudos, ballestas y demás. Que habrá que decorar mi nueva casa...
Siempre he querido tener un gladius romano, así que no desaproveché la oportunidad. Más tarde me antojé de otra espada con la que también me hice. Menos mal que apelé al sentido común y no me compré una falcata íbera, pero sé que lo haré con el tiempo.
Dragones que portan dagas, abridores-espada, palillos con forma de florete...¡Un infierno para el bolsillo monetario!
Vuelta al lugar de origen. Tres horas y media de camino. Supongo que para fortuna y calma de Mar, no conducí yo como en la ida...
Ayer deshice la mochila de viaje y me dí cuenta que sin querer me agencié el mando de la T.V. del hotel. Espero que no me toque pagar multa...
Adjunto una foto de mi preciado y flamante gladius. No mola ni nada...
Que bien vives cabrón, deberías hacer un mapa de España, con todos los sitios que has estado este año, que poquito te tiene que faltar por visitar,jajaja. Tira Willy Fog. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Qué envidia me das!
ResponderEliminarLo único que deseaba de mi visita a Toledo -alla por el siglo pasado- era traerme una espada. La que fuera.
Ahora con esto de la inminente mudanza...habrá que atarse los machos. Con decir que el puente de La Constitución pensaba ir a Granada y seguramente me quede en la ciudad...
ResponderEliminarA Ahorrar algo.
La mayoría de las espadas que hacen son de dudosa calidad, pero hay que joderse lo chulas que quedan de adorno.
La falcata íbera es increíble.