Taberna Mesón Martín

Nuestro último encuentro gastronómico de personas físicas Buitakas, sita en calle María Guerrero número 26. Referencia; la indicada en el encabezado del post.
No se que hago expresándome en términos catastrales, intentaré hacerlo con propiedad, si es que vale la redundancia...
En un alarde de profesionalizar todavía más mis crónicas culinarias, adjunto una primera instantánea del garito en cuestión, antes de nuestra entrada.
No sólo se van a posar los bichos que tienen alas, así que es Topo Indeciso quien posa en esta ocasión :

Y si las moscas emiten zumbidos, mi cámara tiene zoom. Ojo al cartel discreto que nos daba la bienvenida al mesón.

Me parece una buena iniciativa para paliar tanta conversación agorera de barra y tan recurrente en estos tiempos que corren.

Por primera vez, desde que mi memoria tiene constancia, fuí yo el primero en llegar.

Llama Eterna, a quien le tocaba ejercer como Maestro de Ceremonias, apareció por la puerta apurando los segundos ya míticos en los que el tubo de cerveza previo pasa a acompañarse con tapa, y es el último en entrar al restaurante el que apoquina la ronda.

Justo a tiempo para librarse, pero aún así nos metimos una empanadilla. Joder, parecían san jacobos de lo grandes que eran...

Acomodo en mesa y comienzo del festival.

Como entrantes, ceno tapas. Que viene a ser lo mismo.

Croquetas.

Cojonudas. Podría asegurar que las mejores que he probado en la vida. Deliciosas. Daba la sensación de que comías una lasaña o algo similar; muy gustosas. Y generosas, como bien puede apreciarse :

Chipirones.

Grandes también, pero hinchados de aire, claro.

Ricos, pero igual les faltaba un relleno...

Madejas.
Exquisitas. De las que están bien apañadas y que casi se derriten en la boca.

Huevos Rotos.

No digo que estuvieran mal, pero simplemente el resto de platos estaba a mayor altura :

Menos mal que le dijimos al camarero que tachara de la lista "Morcilla de Burgos", que aquello se nos iba ya de las manos...
El plato cumbre.

Gran rabo de toro.

Para Brazos en Alto y yo mismo.
Buena carne, melosa. Servida en un puchero que aguantaba de puta madre la temperatura :

Chuletón.
Para Llama Eterna y Topo Indeciso.
Los del toro no tuvimos huevos ni a terminarnos lo nuestro ni a probar el chuletón vecino ; normal :

De vino, dos botellas de Remélluri (he tenido que tirar de Google, que el experto es Juako, aunque luego sea yo el que más beba...). Un famoso Rioja, que para mí corto y escaso entender, estaba bueno, pero no me resultaba más espectacular que algunos de otras ocasiones.

Ya se sabe de mi eterno parecer ; "Afrutado"...

Postres, carajillos y licor de hierbas.
Las trufas bien, pero pocas. Sólo tres.

La "Dolorosa" :

137, 40 €uracos.

No es caro. Las dos botellas de vino sumaban ya 20 y tantos...
La jarra de la foto no nos la regalaron, es obsequio de Llama Eterna a su regreso por tierras belgas, que me la pilló. Venía con cuatro botellas incluidas en el pack, pero en el aeropuerto le pusieron problemas y se las tuvo que beber allí mismo, como buen Buitako.

En resumen, un buen lugar. Bélgica no, por supuesto, que incitan al alcoholismo por el sano hecho tan sólo de querer traer un souvenir.

Y las puntuaciones gastronómicas, que a estas alturas del año la cosa va que arde. Cada día, cenamos mejor.

Votaciones de dos 8'5, un 8 y un 9. Éste último fué mío.

Les relego a la próxima cita Buitaka que será en Diciembre, el primer martes del mes. Cuando se resolverá finalmente el garito ganador del año 2.009, ¿dónde repetiremos?.

Nada está decidido pués. O mejor dicho; ¡aún no está toda la carne en el asador!