Restaurante "Más torres".

La última cena buitaka tuvo lugar ayer en el restaurante "Más torres", en el 19 de la zaragozana calle Francisco Vitoria. Llama Eterna ejerció como Maestro de Ceremonias y supremo pagador, y hay que reconocerle que no se andara ni con roñeria ni tacañismo alguno al elegir para la ocasión un garito reseñable y situado en la zona más chic-fashion-underground de la ciudad.                            

Creo que su apertura fue recientemente, por datos aportados desde la propia página web de los dueños, y porque cuando entré al baño no pude evitar el comprobar que la silicona de los urinarios no sólo tenía el aspecto de haber sido colocada hacía pocas horas... Ya se sabe de una de mis citas favoritas; dile a alguien que hay millones de estrellas en el cielo y se lo creerá. Dile que un banco está recién pintado y el muy idiota tendrá que tocarlo para asegurarse.

Por cierto, es otro restaurante con la sana costumbre de poner los precios de sus menús al alcance de cualquiera en la red.

Sin más dilación, y ante la posibilidad de que los interesados leyeran estas líneas, declaro que los urinarios, a pesar de mis cercioraciones, estarán perfectamente sellados a estas horas con su silicona y que no hará falta ningún tipo de repaso, así que vayamos al tema.

El recibimiento en mesa fue hecho con rebanadas de pan, tomate y aceite. Nos pedimos el menú de 50 €uros. Los tienen más baratos, pero es público y notorio el afán buitako y ese miedo atroz a la perspectiva de quedarse con hambre.

Primero para compartir unas virutas de foie :

Toda una mina. Foie para dar y tomar para los cuatro comensales.
Seguimos con un buen jamón, dos platos como el que se aprecia en la imagen, pero con algo más de contenido antes de tomar la foto. Hay veces que no me dan ni tiempo...

En el tercer plato hubo discrepancias; Llama Eterna y Brazos en Alto aceptaron las gambas que figuraban en éste menú, a Topo Indeciso y servidor les dieron la oportunidad de cambiarlo por otro plato de la carta. Huevos rotos fueron la elección :

Se incluían dos segundos platos. Aunque quienes comimos los huevos rotos seamos poco dados a comer criaturas que no correteen por los prados, cedimos con la lubina al orio y la experiencia nos fue bien grata. Sólo hay que reflejar su aceptación con la foto que acompaña; ahí antes, yacía una lubina... Unos platos curiosos en los que nos la sirvieron, la mesa casi se antojaba un muestrario de piraguas :

Y buen chuletón como colofón y para no perder una gran tradición que se remonta a los orígenes de las cenas buitakas. Acompañado de patatas y en una piedra de hornillo continuo. O sea, como mandan los cánones :

Antes de los segundos platos también nos obsequiaron con un agradable sorbete de mandarina, para terminar con lo que no se si sería un helado líquido al Oporto, un sorbete al Oporto, o un Oporto con matices de repostería, pero que estaba la Hostia de bueno :

Nos regamos bien con vino Viña Valoria crianza 2.008. Creo recordar que la casa invitó a la ronda de cervezas previa, a los carajillos y las copas finales. Esto me lo debería asegurar el Maestro de Ceremonias, cuya factura total le salió por lo que rezaba el menú: 200 €uros.

Lo cierto es que salí empachado totalmente, con la misma necesidad de andar un rato para bajar la cena que la que tenía Forresgump por salir a correr.

En suma, todo platos de calidad y un servicio de nota. Incluso venían a atendernos en ocasiones por duplicado, creyendo que el otro compañero aún no lo había hecho. ¿Patatas o lechuga con el chuletón? ¿Qué copa querrán tomar?...

El cocinero de gafas, la camarera rubia y la camarera rubia con coleta, un conjunto perfectamente orquestado para nuestre deleite en la cena de ayer.

Muy recomendable.