Así pues, Caballo Loco como Maestro de Ceremonias, e imagino que sin demasiado donde poder elegir, nos citó en el jodido centro neurálgico de Zaragoza: Sagardi Euskal Taberna, en Plaza España 6.
Previamente, miré opiniones por internet y me guardé cierto recelo: Digamos que de cada 12 comentarios, sólo hallaba 1 en donde salieran bien parados. A su favor, podría decirse que los comentarios eran de hace tres o cuatro años. Fuera por que había pasado toda la tarde jugando a poker (perdí 20 €uracos...) o porque no me parecía el garito de antemano una gran apuesta, el porcentaje de 12 a 1 creo que me creaba importantes dudas, serios trastornos de negatividad, de pesimismo inusitado... Hay que joderse, pero a día de hoy, pienso que todo aquello fue producto de mi mala racha pokera, que me impuso el chip del escepticismo al simple coste de 20 €uracos.
Claro, que tampoco es que en el restaurante se les viera intención de arreglar mi desaguisado de las cartas con las suyas propias, es decir, las de los putos menús; comenzar a leerlos dio paso a un baile de miradas atónitas, tics nerviosos y mecaguendioses varios (al menos, por mi parte) : Menús individuales, uno de 51 € y otro de 53 €. Pongo el simbolico del euro por no escribir la palabra entera, que si no igual quedaba muy exagerado. Pronto me dí cuenta que había que salir de aquella lectura y buscar en los platos sueltos cosas tan nutritivas como migas o sopas de ajo... que no me hizo falta estar toda la tarde bebiendo cerveza para darme cuenta que aquello era una gran cebada.
Recordaba también un comentario en internet y escrito en el 2.005 sobre las tres barricas de sidra que presiden el gran comedor del restaurante; "se puede beber toda la sidra que quieras mientras cenas" - los cojones-. El mozo que nos atendía, al que llamaré "Afe", porque no le preguntamos su nombre y era de lo más afeminado que yo recuerde (nada en contra, sólo que con esos precios, bien pudieran habernos atendido exuberantes señoritas, que al menos nuestros ojos hubieran disfrutado de mayores alegrías que las que particularmente, a mí me causaron los platos de rancias raciones), nos indicó que la pedazo ronda inicial de sidra era cortesía de la casa, y que si luego queríamos más, que ya hablaríamos. Vamos, que de gratis que decían por ahí, lo mismo que de camareras bonitas.
Mis compañeros de tribu, se que no opinan como yo. Ellos otorgaron muy buena nota al restaurante. Yo reconozco que depende enormemente cómo me pille el día. Que estaba todo rico, pues sí; como el dueño de esta cadena (hay varios garitos Sagardi en España), que debe de estar forrado. A mí me pareció una tontada tremenda observar como en su web le otorgan una especie de aureóla rústica, de típica cocina tradicional vasca y unos valores, para mí, inexistentes en su restaurante. Por no hablar de un panfleto que acompaña en todas sus mesas, donde aparece una fábula insulsa sobre su origen humilde, una especie de "cuento de la lechera" con un ganadero que invirtió dinero en un primer buey y toda una serie de tonterías.
Es una opinión muy personal, y seguramente ofrecida por un tipo de escaso criterio, pero me pareció un lugar pijo a rabiar. El tipo de sitio al que llevaría Snoopy a comer pinchos a sus amigos. El típico sitio en el que yo se que no encajo y donde me es complicado estar a gusto sin esfuerzo.
Para que cada uno saque sus propias conclusiones, remitámonos al reportaje fotográfico.
Creo que en todas las imágenes, los utenilios de la mesa ayudan a entender la escala real...
Los entrantes :
Croquetas de jamón.
Chistorra. (Viendo ahora la nota de la factura, me doy cuenta que no la cobraron: no hay duda que por error. 16 euros imagino que costaría o algo así...)
Pimientos del piquillo asados. (No los probé).
Morcilla de Orio. A multiplicar x 5 para entender la generosidad desmedida del plato.
Tortilla de bacalao. (14 €).
Mi super plato; carrillera de vaca. Tres trozos, 24 €.
Chuletón de buey (¿o vaca?). 1'88 kilos - 50 €.
Postres; goxua, mousse de chocolate, cuajada ( a 6 € la unidad)
Carajillos y nos invitaron al chupito, menos mal; 4' 20 cuesta aquí el chupito !!
El pan a 2'20, que sería un trozo justísimo para que un hámster se currara un bocadillo...
Y eso si, nos gustamos con el vino, que a decir verdad fue lo que engordó la cuenta y lo que decidimos pagar a partes iguales; Marqués de Murrieta, a 30 € la botella. Yo quería de inicio probar uno argentino, del que hacían promoción en la mesa, 18 €, pero nadie secundó mi apuesta.
Total factura, incluídas las 3 botellas de vino : 311' 45 €uracos.
Depedida y cierre hasta la próxima. La segunda foto del grupo, quizá ensalce mis observaciones negativas...
Puntuaciones de : 10 que puso Caballo Loco (el empecinamiento del buen anfitrión), 9 de Brazos en Alto y
Llama Eterna, 8 de Topo Indeciso y 7 míos ( creo que un 8 hubiera reflejado mejor la realidad, pero hoy es otro día).
Me alegro de no acudir allí con demasiada hambre. Se come bien en cuanto a la calidad de lo que te ponen, pero no es un lugar al que pretenda volver. A no ser que me invitara Snoopy, claro.
ostras que verguenza!!!! para no ir ni a por picoteo ,no sabia que habia restaurante arriba, no os gustaron las vistas desde la ventana? jajajjaa,los platos son de risa y el precio desmesuradisimo, en fin, para no volverni recomendar
ResponderEliminarEntraste con el pie torcido, te dio la vena antisocial de "no encajo aquí" y a partir de ahí daba todo igual. Pero al menos tres de nosotros salimos muy contentos (de 9 p'arriba).
ResponderEliminarEl sitio es caro; la comida, impresionante. Y con un vino más normal hubiéramos salido a 50 por barba; a 47 salimos el día de los carpaccios; a 52 el de la camarera despedida; a 55 en el monoloco.
Gana Sergio el año con el restaurante que menos lo merece de sus tres elegidos. El mejor no se lleva el premio porque a Kike no le invitaron a orujo y a Elías le cambiaron la servilleta cuando se le cayó al suelo. Menudo resumen del año...
Oye, que reconozco mis pecados, pero a pesar de ello, no me moló gran cosa el Sagardi.
ResponderEliminarPreferiría cualquier tasca con buena carne y aunque tengan vino de garrafón, si tienen gaseosa también. Y ya lo se, mi criterio está fuera de toda duda, porque lo tengo bajo mínimos.
Pero es verdad lo del Pantxika y hasta me jode el que no se lleve el premio del año; es el mejor en el que hemos cenado esta temporada.
Yo optaría por hacer un playoff por el título entre los 3 primeros y decidir así el ganador de este año. Que de sabios es rectificar.
Opino como Brazos en Alto... que el sitio es car, pero la comida impresionante. ¡¡¡Madre qué chuletón!!! Decir sabroso es quedarse corto, y el resto de la cena estaba cojonuda de sabor. Cierto que la cantidad de los entrantes es pequeña, pero chico... cené muy bien.
ResponderEliminarDe los comentarios de después de la cena y las voces que sonaban por todo el paseo independencia no haré comentarios.
Lo de la cantidad de los entrantes ya lo hemos hablado:
ResponderEliminarSi pedimos un plato a partir entre cinco nos sale a un bocadico... si se hace así es por probar un poco de todo. ¿No querremos que pongan 15 trozos de morcilla para tocar a 3 por cabeza? Si es así, en vez de pedir cuatro cosas, se piden dos dobles y ya está.
Yo voto por no votar. El año que viene nos dedicamos a comer y punto.
yo le puse el 10 (le keria poner 9)para compensar las cacicadas a las ke soy testigo este año.Por ke no se valora ni el sitio ni el esfuerzo por buskar un lugar ke pueda gustar a todos.
ResponderEliminarPara todo hay ke valer;Hasta para apreciar las cosas.
ResponderEliminarMi "7" es para echarme -o desear-de comer aparte (que no lo dudo) pero la actitud acusica-acusatoria, respecto a las votaciones generales...no me jodas !
ResponderEliminarDesde el respeto y sin caer en la acritud mas totalitaria; me parece de antojo de crío quinceañero: Sergio, no me jodas, ni lo mejor es cuando los demás no te llevan la contraria, ni lo peor cuando no comparten tu criterio.
Con esto, quiero decir, que para mí, de lejos, el mejor garito del 2010, el Pantxica (restaurante al que nos llevaste tú), pero el resto de piques, si sirven de divertimento al grupo; de puta madre, con otra razón; me parece de lo más pueril.
Mi sencilla opinión.
Creo que es una excusa perfecta para juntarnos 5 amigos una vez al mes para cenar y vernos, ya que nos vemos con menos frecuencia que antes.
ResponderEliminarEs importante que el sitio sea agradable para todos y la cena esté buena, que si no nos vamos al McDonald´s y apañao, pero si va a servir para piques y cabreos creo que es mejor no votar (como comenta Brazos en Alto), juntarnos para echar unas risas y en paz.
La otra opción es dejar de quedar y así no discutiremos.
Ahí, ahí, impregnémonos todos de ese espíritu navideño tan afable y aparente en semejantes fechas.
ResponderEliminarNo jodaís, chavalotes, que tampoco la sangre tiene porque llegar al río...
Tomesmolo con humor y deportividad, que seguro que así se alarga la vida. Yo lo que propongo para el próximo año, votar también al peor garito de la temporada. Y llegado el día, presentarnos allí con diploma y sentadicos en la mesa, pedir unas pizzas por teléfono y que nos las traigan. Echaríamos unas risas...
Pues yo es que cuanto más miro las fotos más ganas tengo de repetir, jajaja... madre qué tortilla y qué chuletón y qué pimientos.
ResponderEliminarVale que no está la cosa como para derrochar... pero qué chuletón, joder!!