viernes, 10 de diciembre de 2010

Grandes momentos del 7º arte: El Cazador (1.978).

Estreno sección, bajo el original título de "Grandes momentos del 7º arte". Su finalidad, plasmar en el blog escenas o fragmentos de películas, que en mayor o menor medida, han despertado mi interés desde que tengo uso de razón fílmica.
No recuerdo quien aseguraba aquello de que una película sólo se considera buena cuando ha finalizado y tú sigues pensando en ella. Hay pocas, ciertamente.
Las de categoría memorable poseen escenas que quedan grabadas deliberadamente en el recuerdo para siempre, o te conceden la grata sensación de reconocer el largometraje visto hace años con apenas un segundo de reflexión. Cuando la magia del cine urde sus hechizos...
Ambas cosas me sucedieron siendo muy niño con la película de El cazador (The Deer Hunter), cuando alguna noche en que la daban por la tele, y yo, con mi horario propasado para que mis padres me mandaran a la cama a dormir, quedé un rato más, ganador a los puntos por somera tozudez, con el propósito de ver finalizada la escena que sigue a continuación.
Aquellas imágenes no me abandonaron nunca. Sería unos diez años después, fruto de la casualidad, cuando me topé de nuevo con esta genial película. Fue toda una alegría; es tremendamente complicado encontrar un film si no recuerdas su título ni sus actores, aunque en internet no faltan foreros nostálgicos en páginas curiosas donde tratan de vencer ese olvido involuntario de la infancia con preguntas del tipo "¿Alguien recuerda cómo se llama la peli en que un negro y un blanco escapan de Alcatraz y van a buscar juntos un tesoro?...".
Esos reencuentros tienen algo de milagroso, no vayamos a negarlo. Aunque también muchas veces, tendemos a magnificar las cosas con el tiempo; a bote pronto, me viene a la cabeza Los Goonies, lo que me maravilló esta película de crío y la decepción que me llevé al volverla a ver años más tarde -tampoco demasiados-.
Sirviéndome de la tecnología puntera y de mi colección de pelis, extraeré esos momentos míticos y los dejaré caer por aquí. Quizá así refresque también alguna memoria estancada en el celuloide.
El cazador
Tres amigos, amantes de la caza y que trabajan como obreros en una fábrica de fundición de acero de Pennsylvania, pasan juntos sus últimos momentos antes de ir a luchar como voluntarios a la guerra de Vietnam, una guerra que les cambiará a todos la vida para siempre...
http://www.filmaffinity.com/
La escena habla por si sola :

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