martes, 24 de febrero de 2015

Antípodas (del griego anti: "opuesto" y podós: "del pie").

Imaginemos que acudimos a un partido de fútbol en el que se enfrenta Huesca contra Alemania por un puesto de clasificación para el próximo Mundial de Fútbol. Puede sonar totalmente descabellado, no tanto si eres un habitante de las antípodas, de un país lejano y recóndito, pero con la misma población que la capital oscense.
Al sur de Hawai un territorio compuesto por cinco islas volcánicas y dos atolones de coral, bastante cerca de las Islas Cook, de Tonga, el rimbombante archipiélago Tokelau, o de las seductoras islas de Wallis y Futuna. Lugares de los que apenas sabemos gran cosa, en los que suponemos cocoteros, bailarinas animosas y algún zambombazo nuclear de vez en cuando, si los señores que manejan la botonera perversa del planeta deciden estar probando.
Pertenece a la eterna lista de estados a los que no dudan en cuestionar su soberanía de mil maneras distintas; territorio no incorporado, en proceso de descolonización, territorio dependiente, no autónomo bajo supervisión... Vamos, que el día que obtengan la independencia plena se jugarán a los chinos si eligen monarquía o república, por convertirlo en algo simbólico después de haber estado dándole tantas vueltas.
200 km² de paraíso exótico y la misma población que Huesca. A estas alturas doy por hecho que todo el mundo sabe de que país hablo: Samoa Americana.
No confundir con su hermana mayor, la Samoa a secas (aunque conocida como Samoa Alemana durante la I GM), pues ésta tiene más habitantes, tantos como tres veces Huesca exactamente.
No es un dato para la risa. De risa es que al lado tengan una nación que la bautizaran en honor de una provincia holandesa que casi no tiene ni la tercera parte de población que la de Zaragoza. Lástima que Nueva Zelanda no la pillasen los aragoneses en su nacimiento, hoy sería muy bonito contemplar en los mapas un Nuevo Sobrarbe o una Nueva Ribagorza.
Pero dejemos la demografía y los topónimos para otra ocasión y ciñámonos al tema, que quería contar la curiosa historia de un documental que todavía no he visto pero del que hablan maravillas, Next Goal Wins, traducido por aquí muy alegremente como "El peor equipo del mundo".
Si se busca por su nombre original en Pirate Bay y luego vamos a Subdivx a por los subtítulos no es difícil hacernos con ella -Esto no puede ser piratería porque no comparto enlaces directos sino información. No?...-.
Excelentes críticas en la red incluso por personas que confiesan no gustarles el fútbol.
Es la crónica de una superación, física y mental. La historia de la selección de Samoa Americana, descendida a los infiernos futbolísticos durante muchos años y considerado como el peor equipo nacional del mundo de todos los tiempos. 
Los antecedentes: 11 de abril de 2.001. Ronda de clasificación para el Mundial de Japón y Corea, los samoanos como locales se enfrentaron a Australia. Resultado final de 0 a 31. O lo que es lo mismo, haciendo cuentas rápidas, recibieron un gol casi cada 3 minutos. Que vivas en un país minúsculo y que el fútbol no se siga allí apasionadamente tampoco te salva del ridículo. Los más desalmados, hasta ofrecieron resúmenes del partido:  
  
En el 2.011 decidieron poner fin a su peculiar travesía por el desierto de 17 años contabilizando sólo que derrotas y marcando 2 goles únicamente. Según cuentan, tras una lógica serie de portazos -no encontraban a un entrenador extranjero y masoquista que se hiciera cargo del equipo- por fin dieron con la persona adecuada, un técnico holandés veterano y trotamundos, Thomas Rongen, que tuvo la complicada labor de poner a esa selección a tono.
Amplió las sesiones de entrenamiento, les inculcó una disciplina más fuerte e incluso les impuso un régimen alimentario -parece ser que hasta entonces la única dieta que realizaban era cambiar la hamburguesa por la pizza los domingos-.
Cuentan también que el portero del 0 a 31 vivía escondido, deprimido y avergonzado en algún lugar de las islas. 10 años después de aquel fatídico encuentro, el holandés fue a buscarlo, lo recuperó ofreciéndole ayuda psicológica y lo mostró como ejemplo para todos los demás.
Y... el milagro llegó a las pocas semanas; Samoa Americana se imponía a Tonga por 2 a 1 en la clasificación del Mundial 2.014.
No creo que lleguen jamás a jugar algo importante, pero una gran gesta en un mundo de humildes si han demostrado que puede realizarse. No hay como descender a los abismos para degustar con mayor gloria un éxito, por pequeño que sea.
Peculiar equipo el de Samoa Americana. Tanto, que hasta pueden presumir de tener el primer transexual admitido por la FIFA, Johnny Saelu. Juega con los hombres porque no le dejan jugar en la selección femenina. En palabras de su entrenador; "Se ha convertido en alguien muy importante dentro y fuera del campo. Ella es un ejemplo".
Creo que el documental merecerá la pena...


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