Chacal (O el chacal de Carlos).

Muy recomendable en su versión extendida (333 minutos) . Aunque "el chacal" sea un malo malísimo del mundo mundial; y mañana seguro que realizarán series más benignas con Hitler....bastante creíble como personaje y los hechos narrados pero, superproducción francesa al canto: marxismo como gran pecado, seguro que es mejor lo que nos venga ahora; que será la arducia ideo-política, las ganas de no retroceder 20 años atrás y darnos cuenta que siguen los mismos problemas ...
Beirut, Damasco, Tripoli, tal vez pronto en tu ciudad... El enfoque a tiempo real contra el imperialismo y las grandes potencias, aún contando con tu desaprobación: hay quienes al menos intentaron contrariarte con hechos, o tratar de que te formaras otra historia para el día de hoy. Hasta los mercenarios se ganarán el cielo. ¿Terrorismo? ,sin duda. Tampoco yo lo deseo en el fondo. Pero seguro que es más digno sostener que agarrar...
El malo de Carlos, el protagonista real de la historia, pasa el resto de sus días encarcelado en Francia. Ha mostrado su total repulsa a la película y al personaje que lo interpreta que, como él, es venezolano. Desde mi corto entender, totalmente justificado. Una especie de James Bond de la destrucción, un estereotipo del ser equivocado, que trata de buscarse a lo largo de la película, como personaje de la sinrazón. Así parece retrartarle toda la cinta. Supongo que a veces uno piensa si ha de tener motivos, o simplemente le mueve la motivación... pero ahora,¿a quien le importa?
Recuerdo cuando era crio y ví la película de "Chacal" (la del 73,no el remake de Bruce Willis); creía que éste personaje atentó realmente contra el presidente De Gaulle y que por ello se hizo famoso con el sobrenombre de "Chacal". Lo cierto es que todo ello era ficción, que pertenecía a una novela de Frederik Forsyth del mismo nombre, y que los servicios secretos británicos le otorgaron dicho apodo cuando entre sus pertenencias (estando él ausente) hallaron aquella novela,"Chacal", que se basaba en un terrorista al que contrataba la extrema derecha francesa para deshacerse de su presidente. Nada más lejos de la realidad.
Ni héroes ni villanos, pero el film (y el fin) no justifica los medios. Ni los hechos justifican el film.
Pero toda un buen entretenimiento sobre nuestra historia más reciente.