viernes, 26 de marzo de 2010

Parábola del licenciado y el pescador

Un relato cortito. Nada nuevo.
Muy simple en su contenido, pero grandes respuestas en su propio desarrollo.
No indico la fuente porque aparece por diversos sitios en Internet y nadie aporta su procedencia. Invita a la reflexión.
* Parábola del licenciado y el pescador*

Un hombre de negocios norteamericano estaba en el embarcadero de un pueblecito costero de México cuando llegó una barca con un solo tripulante y varios atunes muy grandes. El norteamericano felicitó al mexicano por la calidad del pescado y le preguntó cuánto tiempo había tardado en pescarlo.
El mexicano replicó: Oh! Sólo un ratito.
Entonces el norteamericano le preguntó por qué no se había quedado más tiempo para coger más peces. El mexicano dijo que ya tenía suficiente para las necesidades de su familia. El norteamericano volvió a preguntar:
-¿Y qué hace usted entonces con el resto de su tiempo?
El mexicano contestó:
- Duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, duermo la siesta con mi mujer, voy cada tarde al pueblo a tomar unas copas y a tocar la guitarra con los amigos. Tengo una vida plena y ocupada, señor.
El norteamericano dijo con tono burlón:
- Soy un graduado de Harvard y le podría echar una mano. Debería dedicar más tiempo a la pesca y con las ganancias comprarse una barca más grande. Con los beneficios que le reportaría una barca más grande, podría comprar varias barcas. Con el tiempo, podría hacerse con una flotilla de barcas de pesca. En vez de vender su captura a un intermediado, se la podría vender al mayorista; incluso podría llegar a tener su propia fábrica de conservas. Controlaría el producto, el proceso industrial y la comercialización.
Tendría que irse de esta aldea y mudarse a Ciudad de México, luego a Los Ángeles y finalmente a Nueva York, donde dirigiría su propia empresa en expansión.
- Pero señor, ¿cuánto tiempo tardaría todo eso?
- De quince a veinte años.
- Y luego ¿qué?
El norteamericano soltó una carcajada y dijo que eso era la mejor parte:
- Cuando llegue el momento oportuno, puede vender la empresa en bolsa y hacerse muy rico. Ganaría millones.
- ¿Millones, señor? Y luego ¿que?
- Luego se podría retirar... Irse a un pequeño pueblo costero donde podría dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con sus nietos, hacer la siesta con su mujer e irse de paseo al pueblo por las tardes a tomar unas copas y tocar la guitarra con sus amigos.
Bueno, pero eso es lo que hago ahora señor ¿Por qué tengo que esperar veinte años?

6 comentarios:

  1. Ya lo he entendido...

    Nos estás insinuando: "¿Para qué voy a pintar el piso ahora si lo voy a acabar pintando dentro de 20 años?"

    Sabio ese pescador...

    ResponderEliminar
  2. jajaja
    Cabronazoo.
    Cómo voy a pintar la casa, si os dejé después de cenar y he aparecido por la mía a las 10 y pico de la mañana. No me cunden los días de fiesta para los arreglos y mudanzas.
    No se por qué será.

    ResponderEliminar
  3. No pintes, haz la siesta con tu mujer, juega con tus sobrinos y luego vete de copas un rato.

    ResponderEliminar
  4. ¿Y cómo se hace la siesta con tu mujer?
    Chico, chico... qué cosas más raras.

    ¿No es mejor follar?

    ResponderEliminar
  5. Cuñao, no todo va a ser follar... habrá también que jugar a pares o nones, habrá que intentar cruzar Nuñez de Balboa, habrá también que invitar a una barbacoa, coa coa...

    No todo va a ser follar.

    ResponderEliminar

Deje AQUI su comentario