martes, 19 de julio de 2011

Con tacto

Aun a riesgo de que raramente pueda motivarle a alguien, en el episodio de antropología misteriosa de hoy disertaremos sobre tribus todavía "no contactadas" en nuestro planeta. No siga leyendo estas líneas si lo que espera encontrar en adelante son referencias hacia mods o rockabillies -pongamos por ejemplo- que en nuestros tiempos todavía se resistan a usar el correo electrónico o que dispongan de muy pocas amistades en Facebook. Yo hablaba de seres humanos (añádase aquí una coma si así se requiere...) alejados en la actualidad de toda señal de lo que conocemos como civilización.
No ha pasado demasiado tiempo desde que se tomara la fotografía de abajo. Una tribu aislada de Brasil alertada por la presencia de un helicóptero :

Difundida por Survival Internacional, una asociación cuyo propósito es defender los derechos de las tribus tribales. Su financiación se basa exclusivamente en donaciones personales y reciben ayuda de unas pocas fundaciones; como afirman en sus estatutos: no aceptamos financiación de ningún gobierno nacional, ya que los gobiernos son los principales violadores de los derechos indígenas.
Y es que, al margen de la tala indiscriminada que sufre hoy en día el Amazonas, la explotación de recursos en tierras que son arrebatadas a sus pobladores bajo el sello de importantes multinacionales, o su posible masacre (aunque jamás lo sabremos), lo cierto es que se estima que en nuestro mundo existen más de cien de esos pueblos "aislados", eso sí, haciendo un uso bien distinto de nuestro ecosistema.
En su web se contempla detalladamente las áreas geográficas que ocupan estas tribus perdidas :
http://www.survivalinternational.org/tribes
Un video igual de revelador (para más de uno será un coñazo) es el del "descubrimiento" del hombre blanco por una tribu de Papua Nueva Guinea en 1.976. Un resumen apropiado pudiera ser que no conocían las cerillas y se asustaban con los espejos, pero ante un alimento que prueban y les gusta, se chupan los dedos del mismo modo que tanta gente civilizada disfrutando de una buena mariscada. Como música de fondo temas del "Sacred Spirit", un disco que recaudaba fondos para los indios norteamericanos :

Otro video interesante,y seguro que más ameno en su condición de breve :

Qué mejor para cerrar la reflexión que el trailer de "La selva Esmeralda", única película que he visto una decena de veces.
Porque seguro que hay quien nos podría enseñar más, mucho más de lo que nosotros le podremos quitar nunca...

lunes, 11 de julio de 2011

Restaurante Los Cabezudos

Después de unas desmerecidas cabezadas blogueras -a tenor de lo poco pródigo en letras que me he mostrado esta semana-, pasaré a comentar nuestra última cena buitaka, acontecida en Los Cabezudos, en la baturra calle de Antonio Agustín 12. Lugar que goza de mucha solera, tradición y buena fama, o dicho en el argot popular, ante la propuesta escogida por el camarada Brazos en Alto y como reacción generalizada; "Joder, tío. Allí os clavan seguro". Pero no fue el caso.
Tras años de experiencia a nuestras espaldas, existe una manera inteligente de organizar las cenas, que es pactándolas de antemano y establecer así un menú cerrado. Adjunto tal cual el email ordinario de nuestro Maestro de Ceremonias:
------------------------------------
Primeros (a compartir):

- Aperitivo de la casa
- Bombón de Jabugo y Foie
- Cucharita de Mascarpone y Gorgonzola
- Zamburiñas gallegas
- Croqueta de Jabugo casera
- Tapa de Colmenillas
- Fagotti rellenos y salsa de queso

Segundo (a elegir uno):
- Lenguado relleno de marisco en salsa de carabineros
- Rape gallego a la romana o en salsa verde
- Asado de ternasco de Aragón
- Entrecot de buey a la trufa negra

Postre:
- Bombones

Vino:
- Viñas del Vero blanco
- Viñas del Vero tinto
- Cervezas y refrescos
- Agua mineral, cafés y copa
------------------------------------

Precio: 35€

Ni qué decir tiene que, siendo un sitio de alta categoría, la cena nos salía mucho mejor de precio que otras en las que nos hemos abandonado al capricho, y con ello, al consiguiente coscorrón monetario.
Los Cabezudos es un restaurante apacible que posee una amplia terraza en el exterior y que está muy bien llevado por su servicio. Cenamos dentro, y ya de primeras, se te sorprende en la mesa con la cubitera para los dos vinos y el obsequio del champán. Es sentarte ahí y parecer que fueras a dar una rueda de prensa; coño, con tanta copa distinta alrededor del plato...
No tengo fotos de los entrantes, en buena medida por no dar siquiera tiempo a que posaran. Exquisitos y realizados con esmero. Las zamburiñas eran para escribir un tratado sobre ellas, deliciosas. Me sirvan un puchero repleto de ellas que ya no comería nada más.
Media hora larga de desfile de entrantes, sin dar lugar a sentirte ya colmado de alimento, pero picando poco a poco y disfrutando distintos sabores, que tiene su encanto.
El anfitrión escogió lenguado :
El asado de ternasco que yo comí, sinceramente, no lo pruebas igual en muchos restaurantes :
Aún nos dio por tomar la última copa en la terraza, tras el festín. Ahí la ronda ya creo que salió por una pasta gansa, algo que sucede cuando uno no se conforma con despedir la velada con simples pacharanes...
En definitiva, que la calidad no está reñida con el bolsillo, si sabes cómo cotejarla. Anda que no hay garitos de mala saña que te podrán cobrar mucho más por menos. Y a la cronológica de "Refugios Gastronómicos" bien puedo remitirme...
Se me perdone la imagen que abre el post, pero como ya no puntuamos las cenas, sentía la necesidad de sacar los buitakofantes a relucir.

martes, 5 de julio de 2011

Un día en las carreras

Es indudable que el poker -su forma correcta "póquer" en nuestra lengua no me satisface nada- tiene un atractivo especial, único. Con unos orígenes desconocidos que hay quienes remontan al Renacimiento, e incluso, a juegos similares que ya disfrutaban en la antigua Persia.
Como todo lo apetecible de esta vida, supongo que debe de tomarse en su buena medida, sin llegar a encenegarnos en su descalabro adictivo, que pienso que no es tan dificíl.
Tres o cuatro días me ha dado por jugar online, suficientes para darme cuenta de que se trata de un mundo extraño y misterioso. Prefiero jugar con gente real, pero que diantres; tampoco veo nada maligno en gastar poco menos de 2 €uros en inscribirte en un torneo y, teniendo bastante suerte, pegarte unas tres horas jugando. Porque entrar en una mesa a lo valiente, como hacen muchos individuos, y apostar con tu dinero físico directamente; eso es una sangría sin vuelta atrás. Claro, que quien quiera triunfos inmediatos, es su mejor forma de jugar...o de caer en la trampa.
Yo soy partidario de la pesca a pequeña escala. ¡Así me va! No me quejo, pero me deja de un sorprendido...
Mi primer torneo me costó 1,20 euros. Jugábamos 20 maromos y resulta que salí ganador. Buen inicio, la suerte del principiante. Tan principiante, que no sabía que cojones se estaba ahí sorteando en premios. Enhorabuena: Ha ganado. Puesto gratis en el torneo "London grander carger" -o parecido-.
Vale.Comprobemos la pestaña esa que nos sugiere más información; Pincho ahí y aparezco en una web de caballos de carreras de Inglaterra, donde me dicen que estoy a sólo dos pasos de hacerme con unas acciones valoradas en 3.000 libras para formar parte de una especie de club de fans de un tal Charly; un bello ejemplar de Pura Sangre. Majo, majo. Curioseo algo más la página, es completísima: fotos del veterinario, el entrenador y no se si también de la madre del bueno de Charly. Flipante.
Cuando me quiero dar cuenta estoy en una mesa virtual otra vez jugando, ahora somos 50 maromos y parece que a todos les ha entrado el caballo por el ojito derecho. Nadie arriesga, apuestas pequeñas. ¿Pues no nos han dado la inscripción gratis? y...¿para qué coño estoy jugando? No me agradaba la perspectiva de seguir dos horas más jugando para optar a ganar y meterme en la final por la gloria de Charly. Así que a la primera oportunidad hago un "all in" y me mandan fuera. Casi me quito hasta un peso de encima. Analicémoslo; uno juega para ganarse unos centimillos, no para pasar medio día soñando con apadrinar un caballo, que hay que aceptarlo; hubiese estado muy jodido el ganar. Demasiado trote... Por no hablar de que tengas la desgracia de quedar segundo, por ejemplo, y no tener opción ni a que te dejen darle azucarillos a Charly. De locos.
Ayer noche jugué mi cuarto torneo. Molaba: 350 jugadores.1,15 la inscripción, y te dan 2000 fichas. En base a los participantes, los premios: 1º puesto-213 €; 2ºpuesto-128€; 3ºpuesto-76€; 4ºpuesto-64 y un largo etc... Quedé en el puesto 21 y gané 5,98 €. Por impaciente creo que más que otra cosa, porque la partida llevaba más de 3 horas disputándose y en las últimas apuestas veía que no rascaba nada. Un trío de 5 me pareció un maná caído del cielo, tanto, que no reparé en un posible color del adversario. Así fue como me suicidé.
Y es que tal como lo veo y desde mi corto entender, lo mejor es empezar sereno y sin arriesgar más que lo justo, porque en inicio, eso parece un festín de leones. "All In", All in"... Hay gente que se embrabucona muy, pero que muy pronto. Luego está el factor suerte, que recuerdo manos afortunadas como ganar con una pareja de 2 a un tipo que llevaba A-K desde el principio.
Pero como leí en alguna parte, jugando al Texas Hold'em, si con tus dos cartas individuales y las 3 comunes que salen en el tapete, no formas una aceptable jugada; lo mejor es que abandones y no esperar el milagro de las dos últimas. Milagro que también sucede a menudo y que forma parte de la grandeza del poker: sólo tú tienes la decisión para arriesgar un poco o dejar que el asunto pueda ir aún mucho más lejos... Las cartas, en mi opinión, nunca son malas, más bien radica el poder de cómo podemos manejarlas.